EL TIEMPO EN ESTEPA

EL TIEMPO: PREVISIÓN METEOROLÓGICA PARA ESTEPA

viernes, 20 de agosto de 2010

(Interesante artículo que me ha llegado desde Argentina a través del correo electrónico, y he querido reproducir aquí, para los lectores de este Blog)
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Polémica alrededor de la
bandera de Buenos Aires
Ignacio F. Bracht
Para LA NACION

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Legisladores de la ciudad de Buenos Aires, encabezados por María Naddeo (Diálogo por Buenos Aires) y Adrián Camps (Proyecto Sur), presentaron proyectos de ley para modificar la bandera de la ciudad por considerarla un vestigio "imperial", "monárquico", "violenta en su imagen y mensaje", "discriminatoria", "anacrónica", "con símbolos ajenos a los valores de Buenos Aires", etcétera. Y aclaran en sus fundamentos: "Una cruz sangrante no se compadece con el criterio ecuménico de esta ciudad?".

La enseña en cuestión fue establecida por el Concejo Deliberante en 1995; se eligió con absoluto respeto histórico el escudo que, al momento de la fundación de Buenos Aires, Juan de Garay estableció como blasón de armas. No se buscó dejar librada a la creatividad del presente el diseño de la bandera porteña, sino que, abrevando en los orígenes históricos, se honró a su fundador, el vizcaíno don Juan de Garay.
En los proyectos que pretenden abolirla se argumenta, desde lo ideológico, un fuerte rechazo a la simbología del escudo y a lo que representó culturalmente España. Sostienen que el águila y sus cuatro aguiluchos son un resabio imperial y monárquico, expresado en la corona que cubre la testa del águila y que representa los reinos de Castilla y León, reñido con nuestro presente republicano, democrático y pluralista. A falta de males, el plumífero imperial sostiene una "sangrienta" Cruz de Calatrava, vestigio medieval de la orden militar y religiosa que surgió durante la reconquista de la península y que, según Naddeo, no respeta los principios de democracia, derechos humanos, diversidad, etcétera.
Esos argumentos esconden el rechazo a nuestra historia y tradición. Mal que les pese a los señores diputados, se trata de la herencia de España de la cual somos hijos; en realidad, de las Españas, la del vasto Imperio, pero también la hispano-indígena, aquella mestiza y criolla que surgió en América y que durante siglos nos forjó y nos dio el ser, enriquecido luego en la segunda mitad del siglo XIX con las corrientes inmigratorias que, con su diversidad cultural y religiosa, dio a esta porción de América el rasgo que hoy posee.
Pretender cuestionar la creación heráldica del fundador de nuestra ciudad con prejuicios y parámetros del presente sobrecargados de ideologismos para trocarla váyase a saber por qué símbolo es un ataque a nuestra identidad cultural.
Es como si hoy se cuestionara la bandera nacional de Turquía porque ostenta en su paño sangriento una Media Luna, símbolo sagrado del islam; o a la enseña del estado de Israel, porque luce la bíblica Estrella del Rey David; o a la de la Confederación Suiza, porque presenta una cruz griega blanca, heredada del Cantón de Schwyz en conmemoración de su lucha junto con las tropas del Sacro Imperio Romano Germánico. ¿Podríamos hablar de anacronismos o de discriminación religiosa? ¿O por el contrario son símbolos ancestrales que hacen a la esencia cultural -lo religioso incluido- de una nación? Que la República Federal de Alemania y la República de Austria incluyan un águila en sus banderas ¿las hace menos republicanas y democráticas o es un lazo que une su presente con un pasado imperial del que no tienen por qué avergonzarse?
Una de las enseñas oficiales de la República Oriental del Uruguay lleva el lema "Libertad o Muerte". Fue enarbolada por los Treinta y Tres Orientales que, acaudillados por Lavalleja, iniciaron la cruzada libertadora contra la ocupación brasileña de la Banda Oriental, que culminó con la guerra de las Provincias Unidas contra el Imperio del Brasil. ¿Deberían hoy los uruguayos abolirla -siguiendo el criterio de nuestros diputados- porque hace mención a la muerte en el combate? ¿Podríamos argumentar que no se corresponde con principios humanistas, democráticos y ecuménicos del presente? Sostenerlo sería un verdadero disparate.
El escudo de la República de Chile posee el lema "Por la Razón o la Fuerza", y a nadie se le ocurre modificarlo por considerarlo un concepto reñido con los principios democráticos y humanitarios. El escudo de la ciudad de Santiago, otorgado por el emperador Carlos V en 1552, ostenta un león rampante con desnuda espada, y el escudo es coronado; el de la ciudad de Lima, establecido por real cédula en 1537, lleva tres coronas, y por timbre y divisa, dos águilas coronadas. Estos símbolos imperiales y monárquicos no han despertado ni en chilenos ni en peruanos complejos ideológicos como para destruir su tradición. Y si de república hablamos, Francia posee un nutrido historial al respecto. Sin embargo, el escudo de París, luce tres flores de lis, símbolo de los Reyes de Francia y un barco, emblema de la Cofradía Medieval de los Marchantes del Agua. Hasta el presente, no hubo manifestaciones de diputados franceses que bregaran por modificarlo a causa de su contenido monárquico y medieval. ¿Sabrán esto los diputados Naddeo y Camps?
Podríamos continuar con muchos ejemplos de banderas y escudos de países, ciudades y pueblos que rescatan sus raíces históricas, que han sido forjadas por hechos que, muchas veces, se tiñeron de sangre en guerras de independencia, en conflictos civiles o entre países. Nuestra bandera, la que surgió del homérico Manuel Belgrano, se manchó de sangre en Tucumán, Salta, Chacabuco, Maipú, Ituzaingó, Vuelta de Obligado, Caseros (enarbolada por ambos bandos en lucha), Curupaytí y recientemente Malvinas, por citar tan sólo algunas de las batallas más relevantes. ¿Se debe por ello, siguiendo el criterio de nuestros legisladores, trocarla por una anodina enseña resultante de un concurso público, como lo proponen en sus proyectos para la de la ciudad, porque la actual tiene un pasado que se cubrió con enfrentamientos que no fueron ecuménicos?
Respecto del carácter denigratorio que los legisladores dan al concepto de monárquico, deberían recordar que, a partir de 1810, la búsqueda por encontrar una forma de gobierno tuvo a nuestros próceres divididos: algunos defendían la alternativa monárquica y otros, la republicana. Entre los que apoyaron la vía monárquica encontramos justamente al creador de nuestro pabellón nacional, Manuel Belgrano, quien sostuvo diversos proyectos coronados para el Río de la Plata. En 1819, Belgrano le escribe a José María Paz haciéndole comentarios críticos a la Constitución recientemente sancionada. "Esta Constitución y la forma de gobierno adoptada por ella no es, en mi opinión, la que conviene al país, pero habiéndola sancionado el Soberano Congreso Constituyente, seré el primero en obedecerla", afirmó allí. "Que no teníamos ni las virtudes ni la ilustración necesaria para ser República, y que era una monarquía moderada lo que nos convenía. No me gusta ese gorro y esa lanza en nuestro escudo de armas, y quisiera ver un cetro entre esas manos."
Es de esperar que la Legislatura de Buenos Aires rechace el proyecto que pretende, desde maniqueos y forzados prejuicios ideológicos, cambiar la bandera que lleva el escudo dado por el fundador de la ciudad, don Juan de Garay, y que hace a nuestra más pura tradición cultural hispano-criolla. Aunque no les sea placentero a los legisladores Naddeo y Camps, parafraseando a Rubén Darío, esta tierra americana, hija de España, "aún reza a Jesucristo y aún habla el español".
El autor es licenciado en Historia

1 comentario:

  1. Buenos dias, compañero, Antonio.
    Antes de envararme en el comentario, quiero saludar la fotografia que encabeza tu blog; una panoramica preciosa de Estepa. Es un regalo para todos. Muchas gracias.

    Y, ahora, a lo que ibamos.

    Puestos a anclarnos en el tiempo ancestral y a no revisar los articulos que acompañan la modernidad, crecimiento, cultura y actualizacion de las sociedades, sus simbolos identitarios y sus formas de gobierno, luzcamos nosotros en cada consistorio, en cada autonomia y dentro del expositor parafernal nacional el SPQR y la Loba romana amamantando a los gemelos Romulo y Remo pues, esos serian nuestros origenes como sociedad hispanica. Claro que, a la fuerza y por las armas; como siempre. Tambien podriamos recatar el aguilucho enlutado de victimas que lucia antaño el pabellon español en honor, precisamente, de ese imperialismo trasnochado, pacato, arrogante, torticero y amondongado que, aun hoy, tiene en nuestro pais amplia representacion parlamentaria y, en la calle, exhibe sin pudor sus simbolos mientras señala con dedo acusador los que los demas, en conjunto y por sufragio, hemos decidido.
    Tomese por caso la destruccion por parte de los golpistas que, haciendo gala de toda ilegalidad, apresaron España entera en 1936, haciendo a su poblacion proscrita en nombre de Dios y apartandola, a golpes y crimenes, de cualquier simbolo, proyecto, idea, filosofia, agrupacion, religion, literatura, periodismo,... que no tuviera que ver con su concepto imperialista, soberbio, dominante y sin escrupulos. En Catalunya, hemos vuelto a sufrir el mismo desden hacia nuestra cultura y nuestras señas de identidad. Y siempre por lo mismo. Ignorancia, soberbia, falta de educacion, de respeto y de reconocimiento.

    Argentina es, desde que Simon Bolivar extendiera en el cono Sur Americano la idea de la liberacion del imperio español, un pais identitario en si mismo y, su pasado, como su historia, no pueden borrarse pero, tampoco debe permanecer asida a simbologismos que ya no le son propios mas que en su historia. Nos pertenecen a ambos. A nosotros y a ellos porque, forman parte de nexo que nos brindo la vida en su momento. Y de la mala interpretacion que de la misma hicimos unos y otros. Pero, en palabras de un simpatiquisimo personaje de comic, "Mafalda", ideado por el genial Quino: "La historia se escribe hacia adelante".
    Dejemos el pasado, asumamos el presente y edifiquemoslo bien para que, el futuro, tenga un buena cimentacion para todos.

    Claro que, siempre habra devotos de aquel viejo axioma que reza: "Cualquier tiempo pasado, fue mejor".
    Pues,...para ellos.

    Un saludo.

    Salud, compasion, bondad, sabiduria y larga vida.

    Namasté.


    NOTA: No me permite firmar mas que como anonimo pero, mi nombre de usuario es "Namasté".

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