Viaje a G u a d i x (Granada)

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El sábado y ayer domingo, estuve visitando la ciudad de Guadix, a sesenta kilómetros de Granada en la ruta de la Autovía A-92 que va a Almería, Murcia y todo el levante español.

Hacía un día luminoso, claro, algo frío por la mañana (en las calles de la ciudad, 3º de temperatura)

Guadix es una población que está situada en una depresión geográfica denominada "La Hoya de Guadix", detrás del macizo montañoso de Sierra Nevada. Es una vieja ciudad donde en ella y su entorno, han sido hallados numeros vestigios de la época Prehistórica. Fue fundada por César en la Primavera del año 45 a.C., con el nombre de "Colonia Lulia Gemella Acci". Tras su fundación, Julio César la asignó a los veteranos soldados de dos Legiones: la Legio Prima Vernácula y la Legio Secunda.

Siglos más tarde fue importante plaza fuerte árabe, sitiada y conquistada junto a su comarca por los Reyes Católicos mediante pacífica capitulación, en el año 1489.

Son típicas y muy antiguas sus cuevas, excavadas en las partes montañosas. Siglos atrás esta clase de habitáculos o viviendas eran el cobijo natural de los vecinos más pobres de la ciudad y su zona de los alrededores.

Hoy, el extenso y variopinto conjunto de estas cuevas de blanqueadas fachadas, se ha convertido junto a otros atracctivos turísticos y culturales que tiene esta tierra, en la seña de identidad de la ciudad accitana, y son muchas las personas que haciendo turismo rural y cultural, viajan hasta allí para pasar unos días.

Viviendas cargadas en su decoración de un gran tipismo rural austero, de rancio sabor granadino y alpujarreño, perfectamente equipadas de todo lo moderno y necesario; teléfono, cocina, electrodomésticos, calefacción, baño... para vivir en ellas unas jornadas de relax y descanso vacacional al pie de las blancas montañas de Sierra Nevada.

Todo un lujo de paisajes y detalles.

Y es que Andalucía, toda ella, cada rincón de sus ocho provincias, es un compendio de hermosos contrastes de olores de azahar y flores en Primavera, luces de atardeceres, campos, montañas y llanuras, mares y playas, cultura, castillos y monumentos... y mucho más, unido al ancestral carácter acogedor de sus gentes.

Todo aglutinado en un ramillete de sensaciones, colorido y hermosura que embriaga los sentidos del viajero que nos visita... y lo cautiva para siempre.

¡ VEN A VIVIR ANDALUCÍA !

¡ VEN A VERLA !