![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBL9APtnTTc_L8nLrK70pVS45YBT3ATI08oicGhkiv1ALjk1f1RlXp3VtlsarjvrQ4dojDV1R4Ku9M6pAeAVTfSVz2yKUoVpw3xT87-XDc1mAbaZuV676DdWDXq61VCznnuOnInER9XS4/s320/vicente+ferrer.bmp)
MURIÓ UN GRAN HOMBRE
___________
Hace muy pocos días que ha muerto Vicente Ferrer, un cooperante español, que junto con la ayuda de su mujer, llevó la ilusión a algunas personas en
Ayer, en un foro local, leí un comentario que hacía una mujer, y refiriéndose a la muerte de este hombre tenido como santo por multitud de hindúes a los que ayudó, en su escrito decía que la iglesia no reconocía la labor hecha por Vicente Ferrer, pues este hombre siempre fue contracorriente y en solitario, o por su cuenta, en el trabajo que realizó a favor de los pobres, en toda una existencia de entrega a los demás.
Esa gran obra llevada a cabo a lo largo de toda una vida dedicada a ayudar a los parias de la tierra en
Pero los jerarcas que mandan, -y mandan bien y mucho, y algunos son muy soberbios-, esos que bien comen, bien viven, y bien viajan en cómodos coches; esos no se ensucian de mierda los inmaculados puños de sus blancas camisas adornadas con elegantes pasadores. ¡No!
Ni sudan los blancos y duros alzacuellos de excelentes telas de sus camisas. Ni manchan sus negras y pulcras sotanas con el polvo o el barro de las calles de los suburbios y barrios donde el abandono de la clase más desgraciada se hace patente; donde no hay más que sufrimientos; ahí no pisan sus elegantes y abrillantados zapatos, pero sí lo han hecho y lo hacen las viejas sandalias de Teresa de Calcuta y sus hijas, o los seguidores de la obra de Vicente Ferrer y su esposa. Y siglos atrás, también lo hacían San Juan de Dios que dedicó su vida al cuidado de los enfermos más pobres, o el padre Damián, cuidando a los leprosos hasta morir como uno más de ellos, o Ignacio de Loyola, que tras una azarosa vida, terminó siendo el más pobre y desgraciado de
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZMDGGhqgDvV8MlS3mUF05hssr4bb67YPx0YtoORV0JDwHIsfR_78qft5D7MvQ-67ZFcK91kpvmP76r4pvn5biVgGyEDZIkutpsIloR0txxdyBIvJ2mkXYY3dIsWsT2YhixUENn7l4dy0/s200/Madre_Teresa+de+Calcuta.jpg)
Mandan desde los cómodos sillones de sus acogedores despachos climatizados. Esos no sudan limpiando excrementos y pus a los enfermos terminales de los hospitales más pobres de la tierra, donde muere la gente; donde sufre la gente.
¿Que saben ellos, entonces, de lo que es ayudar a quienes de verdad lo necesitan?
Hacen falta en
¿Qué diría de todo esto aquél hombre todo piedad, que se llamó Jesús?
No hay comentarios:
Publicar un comentario