ESTEPA Y SU TURISMO

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ESTEPA Y SU TURISMO

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Nuestra ciudad goza de una buena y reconocida fama en toda España y en muchos países extranjeros, gracias sobre todo, a su producto estrella: los exquisitos dulces navideños que aquí se elaboran. Pero además, como sabemos, también posee otros elementos y peculiaridades que la identifican como pequeña pero culta y bella ciudad, productora de muy buen aceite, excelente gastronomía, buenos vinos… etc.

Hace ya muchos años, Estepa comenzó su andadura para ser más conocida turísticamente en España –nuestro escaparate no la ha inventado el actual equipo de gobierno municipal, no–. Concretamente, fue allá por la década de los sesenta, cuando con todo merecimiento, nuestra ciudad ganó algunos premios al embellecimiento de sus calles y plazas, con la incipiente remodelación y adornado del Cerro de San Cristóbal con sus columnas, repoblación forestal, reconstrucción de las murallas, colocación de asientos, empedrado de carriles, aceras, etcétera.

Así, obtuvo el reconocimiento otorgado por el Gobierno que la distinguió como Conjunto Monumental Histórico-Artístico. Una fotografía hecha en Estepa, con una señora sentada y contemplando el pueblo, fue cartel publicitario de la campaña promocional puesta en marcha por el Ministerio de Información y Turismo de aquel tiempo, cuyo lema era: “España es diferente”. Desde entonces, ha ido creciendo turísticamente gracias al esfuerzo de los distintos Gobiernos municipales que se han preocupado mucho de “enseñar” Estepa, su Cultura, sus iglesias y monumentos, sus recursos industriales etc. a todos los visitantes que hasta ella se acercaban a conocer lo bello que atesoramos en nuestra hermosa tierra estepeña.

Se “facilitaban” las visitas, se enseñaban gratuitamente los monumentos…

En varias ocasiones, vinieron a Estepa unos amigos de la ciudad hermana de Corrientes, y grupos a los que serví de guía. Pedí las llaves de la iglesia de Santa María y de la torre del Homenaje, y les enseñé esos y otros lugares de los que quedaron prendados por su valor histórico y monumental. Y numerosas veces más, he hecho lo mismo con muchas personas que nos han visitado.

Pero la cosa –y el gobierno municipal–, ha cambiado en estos últimos años.  Y debe haber cambiado también el concepto del turismo que tienen nuestros ediles, y sobre todo, las absurdas y estrictas normas que han dictado al personal que tienen para facilitarnos –y no entorpecernos–, un mejor conocimiento de nuestro patrimonio monumental.

El pasado puente de la Constitución y la Inmaculada, tuve la visita de unos familiares venidos de otra Comunidad Autónoma, a los que acompañé por calles y plazas, fábricas de mantecados, etc.

El sábado día seis de diciembre, estuvimos viendo el museo del mantecado expuesto en el convento de Santa Clara, y al pasar por Santa María, vi entrar en la iglesia a unas personas. ¡Hombre, qué suerte! Aprovechando que estaba abierta al público –al menos, eso pensé–, me acerqué para pedir permiso a la chica encargada, para que nos dejara entrar a visitar nuestro emblemático monumento.

Mas… ¡Ay de mí!  Por más veces que le insistí a aquella terca muchacha; más veces recibí de ella la negativa para poder pasar y enseñar la iglesia a mis familiares. Sus argumentos esgrimidos una y otra vez, eran: no pueden pasar; son visitas guiadas –creo que dijo–, o programadas… o tal vez… ¿cobradas?  No lo sé, pero por no formar un desagradable incidente delante de aquéllas personas, nos fuimos de allí sin poder, yo, enseñar nuestro patrimonio, y ellos, sin conocer nuestro importante e histórico monumento.

Me sobraban razones como ciudadano estepeño insultado, para empujar la puerta  y pasar dentro sin atender los impedimentos de aquella joven empecinada, tenaz y obstinada en negarme a mi el derecho a enseñar con orgullo mi pueblo a unos visitantes; mi enfado era mucho, pero opté por tomar la prudente decisión de irme del lugar, meditando sobre si es acertado por parte de la edil, del alcalde o de quien sea, dar esas estúpidas órdenes mediante las cuales se niegue a ningún estepeño el acceso a un lugar nuestro, por derecho propio. 

Os equivocáis, majaderos.  

Muchas fotos os hacéis en las que aparecéis “enseñándonos” cómo promocionáis nuestro turismo; mucha televisión propagandística, mucho cupón de la once para el último día del año, mucho acto de finalización de campaña del mantecado, mucha app; nueva aplicación para promocionar el turismo en Estepa, mucha noticia del comienzo de la campaña del turismo, mucho concurso de belenes y escaparates, mucho “Estepa is different”, mucha feria outlet de los comercios de Estepa, mucha oficina de atención al turista, mucho bla, bla, bla y mucha foto, pero muy poco considerados con los estepeños; porque si dais esas órdenes, si les negáis el acceso libre para enseñar lo nuestro, es que lo nuestro os importa muy poco.