FALLECE QUIEN FUE MI
AMIGO:
FRAY CELESTINO PINILLA VALDÉS
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Ayer
tarde, como otras muchas veces he hecho, entré en Google a ver nuevas noticias
de mi amigo Celestino, y sin esperarlo, de golpe, me encuentro una nota de
prensa escrita por los franciscanos, en la que se informaba de su muerte. No puede
ser; me dije tan sorprendido, que no daba crédito a lo que estaba leyendo.
Entonces,
vinieron a mi memoria algunos –o muchos–, momentos que vivimos juntos en los
dos años que pasó en Estepa, como director de la Asociación “Juventud Antoniana”.
Era por aquéllos años (1971-1972) un joven franciscano recién ordenado
sacerdote, serio de carácter el principio, pero amable y juvenil cuando hizo
verdadera amistad con nosotros.
Vivimos muy
buenos momentos juntos, de verdadera y sincera amistad. Unos cuantos jóvenes, los más cercanos a él
por ser quienes componíamos la Junta Directiva del Centro juvenil, como: José
Páez Tejada, Remedios Manzano Gamito, Enriqueta Fuentes Ruíz, y quien les
escribe, teníamos grande afecto hacia él, pasábamos cada día muchos y buenos
momentos juntos en la administración diaria del Centro, organizando actos etc.
.
Hicimos algunos viajes; a Martos, (Jaén) a una
concentración de asociaciones juveniles franciscanas, en otra ocasión, a una
visita a Sevilla y su feria, el 23 de abril de 1972, y a varios lugares más.
.
Sevilla, 23 de abril de 1972 |
Feria de Sevilla, 23 de abril de 1972 |
Por aquéllos
años, una orden del Gobierno prohibía dar clases a los frailes en sus escuelas.
Celestino marchó unos años a Cádiz, donde inició sus estudios de Magisterio, y
terminada la carrera, fue destinado al Colegio Ntra. Sra. de Regla, en
Chipiona, donde ejerció el Magisterio durante varios años, alternando el
trabajo en la escuela, con su labor religiosa y como Superior del Convento
franciscano de Regla.
En cierta
ocasión, visité la Provincia de Cádiz y pasé por el Convento a verlo, saludarlo
y estar con él un rato. Nos hizo pasar a la cocina para que nos sirvieran algo de
comer, y allí almorzamos con él.
Después,
su vida fue desarrollándose en varios lugares, ocupando varios cargos a lo largo de años de
trabajo como maestro, escribiendo algunos libros y dedicándose a sus labores conventuales y sacerdotales, pasó por los conventos de: Sanlúcar, Barbate, Vélez
Málaga, Madrid, Linares, Puerto de Santa María, Jerez de la Frontera y otras
ciudades más, y por último, Lebrija.
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Perdí su
pista y vinieron años de no saber por dónde andaban sus pasos, y así, transcurrieron algunos años y cada uno con sus ocupaciones en la vida, caímos en un
distanciamiento durante el cual, le
sobrevino la muerte el 25 de febrero de 2016, y yo no conocí la triste noticia hasta ayer mismo,
20 de julio de 2017.
Lo he
sentido mucho, Celestino. De haber sabido que estabas enfermo, no dudes que
habría ido a verte, pero no ha podido ser, amigo.
Desde
estas líneas que escribo en tu honor y recuerdo –lo único que ya puedo hacer–, te mando el abrazo sincero y fuerte de
quien te quiso, como el gran amigo que fuiste.
Descansa en paz.
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Nota que he hallado sobre su fallecimiento
Fr. Celestino Pinilla Valdés
(1943-2016)
Fallecido en Chipiona el 25 de Febrero de 2016 a los
73 años de edad, 54 de profesión y 47 de sacerdocio.
Nuestro hermano Celestino nace en Vilaverde de
Arcayos, provincia de León el 7 de Febrero de 1943. Sus padres: Pedro y María.
Es el mayor de cuatro hermanos. Tras los primeros estudios en su localidad
natal ingresa en San Pantaleón de Aras para cursar el 1º de Bachillerato. Al
año siguiente, como era costumbre en la Provincia franciscana de Granada en aquel
momento, es destinado a Estepa para cursar 2º de Bachillerato. Una vez
terminado, continúa sus estudios en Martos hasta acabar 6º de Bachillerato.
A primeros de Octubre del año 1961 inicia el noviciado
con la vestición del hábito en la localidad sevillana de Lebrija. Un año más
tarde, el 4 de Octubre de 1962 profesa temporalmente y es destinado a Chipiona
para estudiar Filosofía y Teología. Allí hace todos los estudios eclesiásticos
a excepción del último que los hace en Teruel.
Profesa solemnemente el 6 de Abril de 1966 en Chipiona
y se ordena el 16 de junio de 1968 en Teruel.
Ha pasado por distintas casas según las necesidades de
la Provincia teniendo en cuenta sus muchas cualidades: Linares (1968-69), San
Pantaleón de Aras (1969-71), Estepa (1971-72), Cádiz (1972-75), Chipiona
(1975-82), Vélez-Málaga (1982-83), Barbate (1983-88), Chipiona (1988-97),
Puerto Santa María (1997-2000), Jerez de la Frontera (2000), Madrid, Linares y
por último Lebrija (2011-16). En cada una de las casas por donde ha pasado ha ocupado
los cargos que se les ha encomendado, muchas veces acometiendo cargos de
responsabilidad, como en su último destino de Lebrija en donde ha sido guardián
y ecónomo hasta prácticamente el día de su muerte.
Son variados los campos en los que nuestro hermano ha
resaltado y servido a Dios, la Iglesia y nuestra familia franciscana. En
principio, hay que destacar su amor al estudio y la investigación plasmado en
distintas publicaciones que ha tenido. El tema docente es otro de sus fuertes
dando clases durante años en nuestro Colegio Virgen de Regla de Chipiona y
otros centros religiosos bien desde la docencia o servicio pastoral. Ha servido
mucho y de diversas formas en la pastoral parroquial y de santuarios donde
expresó su gran amor a la Santísima Virgen María. La atención a las religiosas
fue otro de sus fuertes tanto en la vertiente espiritual como en la formación
concienzuda de distintas comunidades.
Hombre de grandes cualidades para el trabajo y la vida
fraterna, la pastoral y la evangelización, la atención a la vida religiosa y la
educación. Hermano de sus hermanos tanto de sangre como de cordón, hijo atento
que supo cuidar a sus padres en la ancianidad sin desdecir y olvidar su
vocación franciscana. Obediente a la vez que solícito a las tareas de gobierno
y responsabilidad encomendadas.
Un cáncer inesperado y dos operaciones seguidas
hicieron que nuestro hermano ingresara en Noviembre de 2015 en el Hospital
sevillano de Nuestra Señora del Rocío. Allí fue deteriorándose físicamente y
preparándose para vivir la Bienaventuranza eterna. Cuando no había desde lo
humano ninguna solución para su situación médica fue llevado a Chipiona a los
pies de Nuestra Señora de Regla a las que tantas veces rezó y predicó, testigo
de la evolución vocacional de su vida. Allí entrega su alma la madrugada del 25
de Febrero de 2016. El día siguiente, tras el funeral presidido por el Ministro
Provincial y acompañado de un grupo numeroso de hermanos venidos de distintas
fraternidades, familiares y fieles, recibe sepultura en el cementerio
conventual a la espera de la resurrección.
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Noticias Franciscanas. Página,
Franciscanos de Valencia.
Autor del artículo: Fr. Juan José Rodríguez Mejías
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