EL TIEMPO EN ESTEPA

EL TIEMPO: PREVISIÓN METEOROLÓGICA PARA ESTEPA

domingo, 21 de abril de 2013

Un bloque de piedra romano, en los sillares de la Torre del Homenaje


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Estas fotos, como pueden ver, corresponde a una parte de la hermosa torre del Homenaje de nuestro histórico e importante castillo medieval de Estepa, que en pretéritos tiempos fuera significativa fortaleza militar y defensiva de la frontera que por esta región discurría entre el reino cristiano de Castilla, y el último dominio musulmán y su reino en Granada. 
Peligrosa banda morisca, donde nuestra fortificación militar jugó un importantísimo papel defensivo en las correrías moras que saqueaban, quemaban cosechas y mataban animales en incursiones guerreras de las tropas nazaríes, venidas desde la ciudad de la Alhambra.
Estoy seguro que lo que les enseño ahora es bien conocido por casi todos los estepeños; pero puede ser que algunos de nosotros no hayamos advertido la singular curiosidad que hay en nuestra torre.


Como a unos dos metros de la base de dicha torre, y en la cara Este, bajo el pasadizo abovedado, hay un sillar de origen romano posiblemente sacado de las ruinas de algún edificio de aquella época del Imperio de Roma, y reutilizado por los constructores que bajo el mandato de don Lorenzo Suárez de Figueroa, levantaron este fabuloso baluarte defensivo en el siglo XIV, y reconstruyeron todo el perímetro amurallado de Hins-Istabba tras su conquista por el rey San Fernando. 
Se trata, como pueden apreciar, de una bien conservada corona de laurel, cincelada en un bloque de piedra que seguramente formara parte de los muros de alguna casa o edificio romano de nuestra vieja Ostippo.

Se ve que aunque en la Estepa medieval la principal cantera de la que se surtían de piedra para las construcciones, era el cercano montículo de “Los Canterones”, don Lorenzo y sus alarifes también debieron buscar y rebuscar por nuestro territorio los sillares y otros materiales de arcaicas edificaciones derruidas, con el fin de ser aprovechadas para las construcciones militares y civiles de aquella época.
Debió costarle muy cara la torre, y tanto le preguntarían por su coste, que en una piedra encima de la portezuela de entrada a ella, dejó grabado: que él la mandó facer, y quien quisiera saber lo que costó, que ficiera otra como ella; y habría de saberlo.
Gracias a ese espíritu de austeridad y “aprovechamiento” de los recursos que tuvieron los caballeros de la Orden de Santiago en la Encomienda de Estepa, hoy, como algo curioso, podemos ver incrustado en la base de nuestro monumento medieval mejor conservado, un bloque de piedra caliza con un símbolo imperial romano; que si ningún “bárbaro” lo destruye, ahí permanecerá por los siglos venideros dando testimonio de nuestra Historia pasada, para ser admirado por las generaciones futuras.
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En próxima publicación, les expondré el estado en que se encuentra el interior del patio del Alcázar; las destrozadas casas de madera de las Fiestas Santiaguistas; la suciedad, el abandono y la quema de la cabaña donde había una taberna... todo destruido por la barbarie, el gamberrismo de unos "ciudadanos", que con sus actos vandálicos, están destruyendo lo que se construyó con tanto esfuerzo e ilusión, para darle a nuestra Estepa, una fiesta que recordara sus orígenes y hermosa Historia.
El Ayuntamiento y su equipo de Gobierno, deberían vigilar más, poner los medios (que para eso los tiene), para impedir el salvajismo... y conservar mejor lo que tenemos. En ello, nos va mucho, señores ediles; tanto como nuestro prestigio de pueblo importante y de comunidad civilizada.

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