EL TIEMPO EN ESTEPA

EL TIEMPO: PREVISIÓN METEOROLÓGICA PARA ESTEPA

jueves, 5 de noviembre de 2009

EL CASO DEL PESQUERO ESPAÑOL
“ALAKRANA”
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"Hace ya más de un mes –desde el pasado dos de octubre-, que el buque pesquero atunero vasco “Alakrana” fue secuestrado en el Océano Índico por piratas somalíes, y en estos momentos se halla fondeado en Haradere, puerto franco pirata en Somalia"

El buque atunero español "Alakrana", secuestrado en el Índico

Desde que ocurriera el secuestro, la angustia de los familiares de la tripulación debe ser mucha, y nadie puede imaginar siquiera la terrible incertidumbre y el miedo que estarán pasando ellos, y sus familias.
Las cosas, al parecer están muy difíciles. Por un lado, los piratas siguen presionando, dando vueltas de rosca psicológicas y con la sartén en la mano, piden un elevado rescate como condición para dejar en libertad al pesquero y su tripulación; el Gobierno español, dice que se está trabajando para resolver el conflicto y hoy ha habido un Consejo de Ministros extraordinario, mientras tanto y como condición para liberar el barco, los secuestradores exigen también que sean puestos en libertad dos de sus compinches que permanecen detenidos en España, a lo que contesta el Gobierno, que no puede ceder al chantaje y que los detenidos están en poder de la Justicia española y no del Ejecutivo ; el armador del buque por otro lado, deberá pagar el rescate para que liberen su navío; entretanto, los piratas andan “sueltos con total libertad e impunidad” como amos y señores que se pasean por los Océanos, secuestrando buques como si estuviésemos en los tiempos de Barbarroja y los clásicos piratas, en los siglos pasados.
Y la impresión del ciudadano de a pie, es que nadie hace nada mientras los pobres trabajadores del mar que sólo estaban pescando, se hallan detenidos y a merced de unos hijos de mala madre que por dinero, extorsionan a los buques que capturan sin que nadie les ponga freno a su canallada y los meta adonde deben estar: entre rejas o en el fondo del mar.
Si son muchos los países que mandan allí a sus barcos a faenar, ¿por qué no se han puesto ya de acuerdo para acabar con esta lacra de la piratería moderna? ¿A qué esperan?
Es cierto que hay fuerzas militares patrullando por esas zonas; pero al parecer son insuficientes. Esto deberían tomarlo los gobiernos como una agresión en toda regla, y como tal, así habían de proceder contra ellos; con métodos de guerra, pues la canalla pirata, usa armamentos de guerra en toda regla, asalta y aborda naves internacionales y retienen a las personas a cambio de grandes sumas. Había pues, que darles “caña” y hacerles tragar de su propia medicina: si acometen, agredirles más duro hasta acabar con ellos.
¿Qué más motivos debe haber para atacarles con los medios necesarios, y terminar con esa miserable piratería somalí?
¿Tan difícil es para la comunidad internacional ponerse de acuerdo para arremeter con métodos de guerra contra quienes hacen la guerra más asquerosa en forma de piratería?
Si ellos tienen armas, más y mejores armas y medios tienen los ejércitos de los países agredidos, y si en otras ocasiones, los ejércitos de ciertos países se han sabido poner de acuerdo uniendo sus fuerzas en alianzas para invadir países en nombre de no sé qué argumentos, ¿por qué ahora en esta situación, se está permitiendo que con métodos de chantaje unos canallas sin control, se adueñen de las aguas internacionales y campen a sus anchas sin castigo alguno?
Tal vez me puedan decir que no sé nada de Derecho Internacional y no sé qué otras historias; es verdad, no sé nada. Pero sólo me pongo en el lugar de ellos, y me hago las mismas preguntas que se hace el resto de los ciudadanos, y tengo las mismas dudas que puedan tener las madres, esposas e hijos de esos marineros que buscándose la vida y sin hacer ninguna guerra, han ido a caer en manos de una gentuza tan vil y tan canalla, que los han atacado y asaltado, y luego, impunemente se están riendo de las autoridades mundiales.
Hoy, uno de los pescadores prisioneros, ha llamado a su mujer para informarle que tres de ellos han sido bajados del buque y llevados a tierra en Somalia, y que a los demás le escasean ya los alimentos y el agua potable.
Y tienen miedo por su suerte, mientras pedía a su esposa que por favor los sacaran de allí pronto, que hagan algo, que no se queden quietos mientras ellos están detenidos ilegalmente por unos bárbaros hijos de puta.
¿Cómo estarán de vencidos, preocupados y desmoralizados esos hombres, para pedir ayuda a sus mujeres? ¿NO confían en que nadie les libere?
La esposa que he escuchado hoy en la televisión, decía que sólo quiere que le devuelvan sano y salvo a su marido, y no en una caja de madera.
Muy triste la situación de estos españoles.
Hagan algo pronto quienes tengan la autoridad y el poder para hacerlo.

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