FÚTBOL, BANDERA,
PATRIOTISMO Y POLITIZACIÓN
DEL COLOR ROJO DE “LA ROJA”
_________________________________________
El reciente Campeonato Mundial de Fútbol ganado por la Selección Española hace pocos días, y todo lo que se ha movido en torno a ella y al evento, me ha permitido observar desde mi poca afición al fútbol –aunque el Mundial me haya hecho todos los partidos de nuestra magnífica Selección–, algunos factores relacionados o desencadenados por todo lo que da título a este artículo, que iré comentando a lo largo de él.
El fenómeno futbolístico y lo que “mueve” a su alrededor, social, política y económicamente, me ha llevado estos días a pensar muchas cosas.
Gracias al fútbol, nuestro país se ha visto unido; en las Comunidades Autónomas –en un par de ellas algo menos–, se aclamaba por igual a la Selección Española, y se salía a la calle defendiendo los colores de la bandera de España.
Sí, de la bandera de una gran nación como es la nuestra, de la enseña que nos aglutina y ampara a todos bajo ella: tanto a los que legítima y libremente tenemos pensamientos de izquierdas, como a los que defienden ideas de derechas, y hasta a los que no tienen pensamientos y sólo piensan en la segregación o en la violencia.
La Constitución Española así lo proclama y ordena que se cumpla –aunque a veces no lo consiga– y por vez primera lo haya logrado la Selección Española. Cosa curiosa; lo que manda la Constitución Española, lo logra la Selección Española: la unión nacional en torno a la defensa de los colores de la enseña patria.
La bandera, algo que representa al país; a todos por igual. Un simple trozo de tela; pero cuánto simboliza. Por ella y por lo que significa, han dado la vida muchos hombres valientes a lo largo de siglos de historia. Muchos la hemos besado y jurado fidelidad. Es de todos, y eso se ha visto en las manifestaciones de las gentes a lo largo del Campeonato del Mundo y en los actos siguientes de bienvenida a nuestro equipo.
Ello nos ha permitido durante el tiempo del Campeonato, desinhibirnos de lastres absurdos de egoísmos autonomistas que nos ataban a pensamientos y acciones que de no haber sido por este evento, nunca hubiésemos exteriorizado tan abierta y sinceramente.
Por tanto, gracias también a nuestra Selección victoriosa, nos ha aflorado sin prejuicios la “vena más patriótica”, y el hecho de enarbolar con orgullo nuestra bandera, colocarla en el coche, ponerla en el balcón de casa, cubrirnos con ella el cuerpo o pintarnos la cara de rojo y amarillo, ya no es, o no debería ser patrimonio exclusivo de nadie, ni de ningún signo político, sino de todos en igual medida.
Llevar la bandera y defenderla, como hacen multitud de países que se sienten orgullosos y honrados de ella y de colocarla en cualquier sitio de sus casas, será desde ahora algo que deberá verse sin prejuicios ni temores, de ser señalados de nada, y como he escuchado a algunas personas decir: ¡Por fin puedo llevar la bandera de España y que no me llamen “facha”!
Pero no todo iba a ser color de rosa. No.
Ha habido quien ha querido politizar el deporte, y han lanzado por ahí la idea de que la nuestra, era la Selección Española, y no la “Roja”.
Más absurdo y malintencionado no puede ser este pensamiento, queriendo relacionar el color rojo políticamente vinculado a los partidos y gentes de izquierdas, a los que aún con ideales ya caducos y trasnochados, despectivamente se les llama “rojos”, no queriéndolos comparar con el rojo de las camisetas de nuestra Selección. Un absurdo despropósito.
Señores que han pretendido incordiar, en este caso nada tienen que ver el deporte y el color de unas camisetas, con vinculación política alguna. No se debe “enmierdar” lo que en nada es sospechoso de contener la mierda que sí albergan algunas ideas salidas de mentes tan retorcidas, pues en nuestra Selección hay hombres de distintas tierras de España, y seguramente, de diversas ideologías políticas; pero ellos han sido todos uno, luchando como un equipo homogéneo para lograr lo que han alcanzado.
No asociemos inútil y deshonestamente al deporte con el –en estos momentos–, no bien ponderado ejercicio de la política que a veces usan algunos para desacreditar al adversario, poniendo más suciedad donde no la hay.
Lo cierto es eso; el fútbol, la bandera, el patriotismo y el color rojo de unas camisetas, nos han unido por un tiempo. Nadie pensaba que llevar la bandera era ser de derechas; nadie pensaba viéndolos marcar goles, en la nacionalidad autonómica de cada uno de los jugadores: todos eran y éramos en esos momentos… españoles orgullosos de serlo y proclamarlo.
Dejemos que ese espíritu de exaltación y patriotismo siga adelante en nosotros. No lo matemos para volver a resucitarlo en el próximo Campeonato Mundial de Fútbol.
Más nos valdría.
Lo cierto es eso; el fútbol, la bandera, el patriotismo y el color rojo de unas camisetas, nos han unido por un tiempo. Nadie pensaba que llevar la bandera era ser de derechas; nadie pensaba viéndolos marcar goles, en la nacionalidad autonómica de cada uno de los jugadores: todos eran y éramos en esos momentos… españoles orgullosos de serlo y proclamarlo.
Dejemos que ese espíritu de exaltación y patriotismo siga adelante en nosotros. No lo matemos para volver a resucitarlo en el próximo Campeonato Mundial de Fútbol.
Más nos valdría.
Antonio
ResponderEliminaresta chevere tu blog... segui posteando.
ahi te dejo para que lo cheques:
www.tumentepoderosa.blogspot.com
fer