(Artículo escrito en el foro de Nuestro Pueblo.Net, el 26 de agosto de 2007)
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Hoy, quiero expresar aquí mi opinión sobre un tema muy de actualidad que en estos últimos días está dando que hablar, por ser un acontecimiento extraordinario en la vida de nuestra pequeña ciudad: la visita de los reyes don Juan Carlos I, y doña Sofía, para inaugurar el Curso escolar 2007-2008.
Los reyes, a su entrada al Colegio Santa Teresa. (Septiembre de 2007)He leído aquí varios comentarios sobre esto, y llevo días queriendo ofrecer mi punto de vista como cualquier ciudadano.
Parece ser, que algún “post” como se dice ahora, ha sido escrito en el foro por algunas personas cuya opinión es contraria a dicha real visita, y respecto a esto, hago mis propias reflexiones y digo:
* Puede ser, ¿por qué no? que la institución monárquica o quienes la representan, no sean de nuestro agrado, que no nos gusten, o incluso las rechacemos y no veamos a tal institución como el modo más adecuado de gobierno en los tiempos actuales. Puede ser; pero es lo que tenemos, y es cien mil veces preferible a lo que teníamos antes.
* Por otro lado, ser republicano, contrario a la monarquía y a toda la familia real, o creer en la acción gubernamental que la República representa, es totalmente lícito, por ser una opción de pensamiento y una forma de gobierno legítima y democrática. Pero no por ello, la descortesía, la mala educación y la grosería política deben hacerse presentes ante un evento como este –que no se da todos los días-, de la visita de un rey.
He leído cosas como; querer poner en los balcones banderas republicanas, boicotear el acto o cosas similares.
Vamos a ver.
La Diplomacia política, hace que veamos hacer cosas que desde otro prisma sería imposible que lograran suceder y se pudieran contemplar. Ejemplos hay muchísimos a lo largo de nuestra historia más reciente, que aún están frescos en la memoria de todos nosotros.
¿Recordáis la visita del papa Juan Pablo II a Cuba? Algo impensable hace tan sólo unas décadas, y sin embargo, el dirigente cubano Fidel Castro recibió al Pontífice con todo lujo de atenciones y cortesías hacia su persona y séquito, y lo que todo ello representaba, a pesar de ser Castro comunista, anticlerical y más de izquierdas que Vladímir llich Uliánov, conocido como “Lenin”, que con su revolución terminó de un plumazo con la monarquía de los zares rusos, mandando ejecutar a Nicolás II y a toda su descendencia.
¿Recuerdan también la visita del rey don Juan Carlos a esa misma tierra hermana?
El mismo Castro lo agasajó con todas las atenciones y demostraciones de cariño posibles, según mandan las normas y reglas de la Diplomacia…y de los sentimientos que emanan del corazón de cualquier persona, aún siendo éste, -Castro-, más republicano y de izquierdas que el sanguinario Jossif Stalin.
Pero lo cortés, no quita lo valiente a la hora de que un pueblo y sus habitantes demuestren su educación y cordialidad hacia los augustos personajes que los visitan.
Estos, son sólo dos de los miles de ejemplos que se podían exponer aquí para ilustrar lo que digo respecto a la cortesía y los buenos modales que en toda relación humana deben imperar.
Y con estas dos muestras, basta para entender, si se quiere.
* Se puede ser republicano; mas no maleducado, descortés ni desvergonzado con aquellas personas que legítimamente profesen o declaren su lealtad hacia la institución monárquica; y menos aún con quien ostenta el alto privilegio del peso de la corona, y además, es el Jefe del Estado español.
No imagino yo a un Presidente de la República recibiendo con desaires y poca vergüenza al monarca representante de un país, en su visita de Estado.
Se puede ser republicano, pero también cortés y educado, y ante una visita real, si no se está de acuerdo con ella siempre hay la opción de no acudir allí, irse a pasear al Cerro, leer, o simplemente, quedarse en casa; pero nunca mostrar al ser intolerante, intransigente y exaltado que se lleva dentro, incapaz de aceptar opciones con las que no se está de acuerdo.
* No todos los pueblos del país tienen a lo largo de su vida la suerte o el privilegio de ser visitado alguna vez por el Jefe del Estado; ya sea éste Presidente de la República, o Rey.
Estepa, puede estar orgullosa de ostentar ese privilegio, pues con esta, ya serán dos, las ocasiones en que el mismo rey don Juan Carlos nos visite.
Parece ser, que algún “post” como se dice ahora, ha sido escrito en el foro por algunas personas cuya opinión es contraria a dicha real visita, y respecto a esto, hago mis propias reflexiones y digo:
* Puede ser, ¿por qué no? que la institución monárquica o quienes la representan, no sean de nuestro agrado, que no nos gusten, o incluso las rechacemos y no veamos a tal institución como el modo más adecuado de gobierno en los tiempos actuales. Puede ser; pero es lo que tenemos, y es cien mil veces preferible a lo que teníamos antes.
* Por otro lado, ser republicano, contrario a la monarquía y a toda la familia real, o creer en la acción gubernamental que la República representa, es totalmente lícito, por ser una opción de pensamiento y una forma de gobierno legítima y democrática. Pero no por ello, la descortesía, la mala educación y la grosería política deben hacerse presentes ante un evento como este –que no se da todos los días-, de la visita de un rey.
He leído cosas como; querer poner en los balcones banderas republicanas, boicotear el acto o cosas similares.
Vamos a ver.
La Diplomacia política, hace que veamos hacer cosas que desde otro prisma sería imposible que lograran suceder y se pudieran contemplar. Ejemplos hay muchísimos a lo largo de nuestra historia más reciente, que aún están frescos en la memoria de todos nosotros.
¿Recordáis la visita del papa Juan Pablo II a Cuba? Algo impensable hace tan sólo unas décadas, y sin embargo, el dirigente cubano Fidel Castro recibió al Pontífice con todo lujo de atenciones y cortesías hacia su persona y séquito, y lo que todo ello representaba, a pesar de ser Castro comunista, anticlerical y más de izquierdas que Vladímir llich Uliánov, conocido como “Lenin”, que con su revolución terminó de un plumazo con la monarquía de los zares rusos, mandando ejecutar a Nicolás II y a toda su descendencia.
¿Recuerdan también la visita del rey don Juan Carlos a esa misma tierra hermana?
El mismo Castro lo agasajó con todas las atenciones y demostraciones de cariño posibles, según mandan las normas y reglas de la Diplomacia…y de los sentimientos que emanan del corazón de cualquier persona, aún siendo éste, -Castro-, más republicano y de izquierdas que el sanguinario Jossif Stalin.
Pero lo cortés, no quita lo valiente a la hora de que un pueblo y sus habitantes demuestren su educación y cordialidad hacia los augustos personajes que los visitan.
Estos, son sólo dos de los miles de ejemplos que se podían exponer aquí para ilustrar lo que digo respecto a la cortesía y los buenos modales que en toda relación humana deben imperar.
Y con estas dos muestras, basta para entender, si se quiere.
* Se puede ser republicano; mas no maleducado, descortés ni desvergonzado con aquellas personas que legítimamente profesen o declaren su lealtad hacia la institución monárquica; y menos aún con quien ostenta el alto privilegio del peso de la corona, y además, es el Jefe del Estado español.
No imagino yo a un Presidente de la República recibiendo con desaires y poca vergüenza al monarca representante de un país, en su visita de Estado.
Se puede ser republicano, pero también cortés y educado, y ante una visita real, si no se está de acuerdo con ella siempre hay la opción de no acudir allí, irse a pasear al Cerro, leer, o simplemente, quedarse en casa; pero nunca mostrar al ser intolerante, intransigente y exaltado que se lleva dentro, incapaz de aceptar opciones con las que no se está de acuerdo.
* No todos los pueblos del país tienen a lo largo de su vida la suerte o el privilegio de ser visitado alguna vez por el Jefe del Estado; ya sea éste Presidente de la República, o Rey.
Estepa, puede estar orgullosa de ostentar ese privilegio, pues con esta, ya serán dos, las ocasiones en que el mismo rey don Juan Carlos nos visite.
Don Juan Carlos y doña Sofía en su primera visita a Estepa, el 3 de abril de 1976
Yo estuve en la Plaza del Carmen frente al balcón del Ayuntamiento en la primera visita, y si nada me lo impide, en esta ocasión, estaré otra vez en un lugar desde donde pueda ver al rey para asistir a tan trascendente momento, que tal vez ya no se repita más en nuestra historia local.
* ¿Quién de nosotros recibiría con malos gestos y expresiones de desprecio a un huésped amigo que nos llega a casa? Yo creo que nadie; por respeto a esa persona que es nuestro invitado: y ese día de la visita, Estepa es nuestra casa, y el rey, nuestro invitado.
* ¿Quién de nosotros recibiría con malos gestos y expresiones de desprecio a un huésped amigo que nos llega a casa? Yo creo que nadie; por respeto a esa persona que es nuestro invitado: y ese día de la visita, Estepa es nuestra casa, y el rey, nuestro invitado.
Bando que publicó la alcaldía invitando a los estepeños a recibir a los reyes
(Extraído de la Web de Imprenta Hermoso)
* Si el Alcalde mediante Bando público convoca a los vecinos –que los convocará sin duda-, para que asistan a tan importante evento, éstos, si pueden, deben acudir a esa llamada para con su presencia al acto, demostrar su agradecimiento al rey por la visita. Yo así lo haría, y si tuviera ocasión de poder acercarme y hablar con Sus Majestades, agradecido, les daría las gracias por visitar nuestra ciudad. No siempre, vienen los reyes a Estepa…; si no son, los Reyes Magos de Oriente, que lo hacen todos los años.
Táchenme ahora de lo que quieran aquellos que se sientan republicanos y discrepen de mi sentir, pero esta es mi opinión, y como mía propia que es, aquí la expreso con la misma libertad que lo hacen ellos, pero siempre desde el respeto que demuestro con mis palabras hacia sus legítimos criterios y pensamientos.
Critíquenme ahora si quieren -pues me da igual-, otros individuos e intransigentes y exaltados especimenes alados, que cual malintencionadas moscardas cojoneras, vienen pululando por este foro como si revolotearan por un excremento, tocando y pinchando con su ponzoñoso aguijoncillo las pelotas ajenas, no aportando nunca nada positivo, ni tan siquiera escritos; sino más bien -y eso sí-, ejerciendo toda suerte de críticas gratuitas a diestro y siniestro y porque sí, a toda opinión libre que aquí se plasma.
Táchenme ahora de lo que quieran aquellos que se sientan republicanos y discrepen de mi sentir, pero esta es mi opinión, y como mía propia que es, aquí la expreso con la misma libertad que lo hacen ellos, pero siempre desde el respeto que demuestro con mis palabras hacia sus legítimos criterios y pensamientos.
Critíquenme ahora si quieren -pues me da igual-, otros individuos e intransigentes y exaltados especimenes alados, que cual malintencionadas moscardas cojoneras, vienen pululando por este foro como si revolotearan por un excremento, tocando y pinchando con su ponzoñoso aguijoncillo las pelotas ajenas, no aportando nunca nada positivo, ni tan siquiera escritos; sino más bien -y eso sí-, ejerciendo toda suerte de críticas gratuitas a diestro y siniestro y porque sí, a toda opinión libre que aquí se plasma.
Un saludo.
ESTEPA, 26 de agosto de 2007
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