En este mundo globalizado, estamos

acostumbrados a ver noticias de todo tipo que ocurren en cualquier lugar del Planeta.
Ya no nos extraña nada ver en los telediarios los sucesos más horribles; crímenes, ajustes de cuentas, robos, asesinatos, violaciones… todo está a la orden del día, y cada vez nos parecen más naturales esas cosas; vamos, que no nos alteramos ni nos afectan. Lo vemos, seguimos cenando, y ¡a otra cosa, mariposa!
Hoy he visto una de esas noticias que nada tienen que ver con la crónica negra de los sucesos más desagradables, sino todo lo contrario; pertenece al llamado -y no sé porqué-, mundo rosa, o del corazón, pero me he enfurecido al escucharla y verla.
Esa me ha “impactado”, ¡sí señor!
Comencé a oírla y dejé de cenar para prestar atención a lo que contaban, y mejor no haberlo hecho, pues el “cabreo” que pillé me puso de muy mal humor, y decidí entonces venir aquí a escribirles a ustedes sobre el tema.

El titular puede ser este:

“EL SUJETADOR MÁS CARO DEL MUNDO”

A la izquierda, el modelito en cuestión

Resulta que al parecer, una firma de lencería llamada 'Victoria's Secret' puntualmente, hace cada año una de estas prendas-joyas, y luego se quedan tan tranquilos de su hazaña.
¿Es que no hay ya en el mundo conciencia ni vergüenza?
Verán ustedes. La prenda en cuestión, el sujetador llamado 'Fantasy Miracle Bra' es la última edición de la firma, y ¡ahí va eso! vale tres millones de Dólares; unos dos millones de €uros, y está hecho y adornado con 2.900 pequeños diamantes, 22 rubíes, y en el centro, un enorme diamante de 16 kilates en forma de corazón.
El desfile donde se ha presentado el carísimo sujetador, se ha hecho hoy y la modelo encargada de lucirlo es la señorita Marisa Miller.
Y yo me pregunto ahora, ¿la mujer que lo compre, será más hermosa mujer y mejor persona? Una mujer de carne y hueso y nada más. ¿Para qué sirve eso? Para lucir la ostentación de riqueza, para presumir del poder económico, para dejar ver lo más fútil del ser humano: la arrogancia, el orgullo, la vanidad, la vana-gloria y la madre que los parió a todos esos y a todas esas que están metidas/os en ese mundillo de mierda. (Y perdonen ustedes que hoy me exceda en un lenguaje tan soez y maleducado; pues no es mi estilo hacerlo) pero eso me saca de mis casillas y me rebela, me hace saltar y acordarme de la madre que los parió. Y luego, me quedo tan tranquilo.

Porque ¿cuántas personas que pasan hambre, comerían durante mucho tiempo, con esa fabulosa suma?
No están los tiempos que corren de crisis económica a nivel mundial, para esas “lindezas”, que por muy desorbitado precio que tengan, sólo sirven para sujetar dos tetas, y nada más; muy ricas quizá –en el sentido monetario, o en el otro-, pero dos tetas.

Con tan escandaloso y banal gasto para cubrir las “domingas” de una señora, podían darse millones de comidas en comedores asistenciales del tercer mundo; o mejor, de todo el mundo, donde cada día mueren de hambre tantos niños y mayores solitarios y abandonados por la sociedad.

Eso, si que clama al cielo y da pena.
Con esa lindeza de sujetador y otras banalidades similares, se podía remediar a muchos padres de familia que no trabajan por estar en paro, y que cada final de mes, sufren porque no les llega el dinero de la ayuda social –si la tienen-, para dar de comer a su familia: y nosotros, hacemos desfiles de moda con sostenes de dos millones de Euros; un millón para tapar cada teta.

¿Quién no se rebela contra esta injusticia? Porque ¿cuántas mujeres pobres y sin recurso habrá en el Planeta que no pueden ni siquiera vestir su cuerpo con dignidad de persona, ni cubrir sus senos con un simple sujetador de humilde tela?

¿Cuántos niños y niñas pasarán frío por no tener una ropa sencilla, pero adecuada que los caliente?

Y esta gente de la alta costura y la lencería, haciendo de esa prenda tan necesaria y útil para algunas, un fabuloso tesoro de diamantes, tan inútil para otras.

Estamos locos, ¿o qué?.

No hay vergüenza, ni sensatez, ni cordura.
¿Cuánta gente vive en los países con subdesarrollo, que se tiene que conformar para subsistir indignamente con menos de un Euro diario? ¿Cuántos de ellos comerían caliente con esa cantidad invertida para algo tan asquerosamente inútil? El Mundo, el llamado primer mundo, así no va bien.

Nada tengo contra el mundillo de la moda, si éste se dedica a dar trabajo, a crear arte y belleza con la ropa dentro de unos límites aceptables, pero cuando la moda ya no es moda y se dedica como en este caso a fomentar la banalidad, la ostentación y el lujo inútil, se convierte en cualquier cosa menos en moda, y eso, ya es más grave y desde mi punto de vista, despreciable y decadente. Una insensatez absurda, un sinsentido.

Que duerman bien, sin pensar mucho en esto.

Buenas noches, queridos lectores.