CLAUSURA DE LA ASOCIACIÓN JUVENIL Y CULTURAL,
“JOSÉ SARAMAGO”

DE ESTEPA

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Como ya anuncié ayer en el artículo anterior, hoy se ha celebrado la despedida oficial de la Asociación Juvenil y Cultural “José Saramago” de Estepa. Y se ha hecho con todo honor, merecimiento y dignidad que correspondía, y con el estilo habitual y ese toque personal y tan particular que los miembros de la Asociación, siempre han puesto en el desarrollo de sus actos programados a lo largo de más de siete años.

El acto, que dio comienzo a las 20:00 horas de esta tarde de sábado, ha sido muy hermoso, y se ha desarrollado en un ambiente íntimo, grato, entre amigos, teniendo como fondo principal la luz y la sabiduría de las palabras filosóficas de Saramago, leídas en la acogedora penumbra de la sala. Y la imagen. Documentales, reportajes en vídeo; toda una puesta en escena con magníficos audiovisuales, fotografías etc. que han girado en todo momento alrededor de la figura y la extensa obra del escritor portugués recientemente fallecido.

Hace algo más de siete años que comenzaron estos amigos a demostrar gran interés por la Cultura. Y los esfuerzos dieron sus frutos.
Han sido muchísimas, las actividades que organizaron estos chicos y chicas. Muchas también, las horas que dedicaron a algo como la Cultura, tan abandonada y olvidada por un gran sector de las nuevas generaciones, salvando excepciones como la de este, y otros grupos de jóvenes que verdaderamente sienten la cultura, la aman y trabajan por ella y por su fomento. Enhorabuena.

Al finalizar el evento de clausura de esta Asociación, con ella se extingue también un proyecto cultural que estos chicos han sabido realizar muy dignamente, y de ello deben sentirse muy orgullosos. Las inquietudes se hicieron realidad, los proyectos se realizaron, y ahora hay que dejarlos; no morir, no, sino en aletargado sueño, como están las letras impresas contenidas entre las páginas de los libros, que pacientemente esperan que la mano del lector los abra para así recobrar vida, enseñándonos, abriéndonos la mente, contándonos historias de la vida a los mayores, y cuentos a los niños.

Así han de esperar esta u otras iniciativas culturales como la que, con una cierta y melancólica tristeza acabamos de ver desaparecer del panorama cultural de nuestra ciudad.
Esperar, sí, a que otros nuevos jóvenes tomen el relevo de estos que han hecho tan meritorio trabajo.

Ahora, simplemente, lo que ha ocurrido es que se ha bajado el telón en la representación de esta obra, y las luces se apagaron por el momento, dejando algunas sombras.

Habrá que esperar que tras un breve "descanso", otra vez se vuelva a levantar ese telón, y sean encendidas nuevamente las candilejas que den luz a las ideas, para que otros nuevos actores retomen el guión, y sobre el escenario de la Cultura, sigan representando la "obra" que iniciaron los que ahora se van, con la satisfacción de haber cumplido una etapa en la que han llevado a cabo un buen trabajo.
Esperemos que así sea.