EL TIEMPO EN ESTEPA

EL TIEMPO: PREVISIÓN METEOROLÓGICA PARA ESTEPA

viernes, 21 de octubre de 2011

SE ESTÁ JUZGANDO EL CASO DEL ASESINATO DE LA JOVEN SEVILLANA, MARTA DEL CASTILLO

¿CÓMO SE PERMITE EN NUESTRO SISTEMA JUDICIAL, QUE UNOS DELINCUENTES DE RÍAN DE LA JUSTICIA?
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"Hace unos días, ha comenzado en la Audiencia Provincial de Sevilla, el juicio por la violación, muerte y desaparición de la joven Marta del Castillo, hace ahora algo más de dos años"
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El asesino ante los jueces: "no sé dónde está el cuerpo"
¿Y por qué me hago la pregunta que sirve de título a este escrito?
Verán ustedes. Las cosas respecto a este asesinato, cada vez parecen menos claras.
El caso es más o menos así. La joven Marta desaparece una tarde-noche y hasta el asesino confeso –farsante e hipócrita–, sale a la calle a buscarla acompañando a los padres y familiares de la chica. La policía sospecha de él y días después lo detiene, y éste confiesa entonces su crimen declarando que en una discusión con la víctima, perdió los nervios y le golpeó en la cabeza con un cenicero de cristal. Al verla sin conocimiento, mediante un tensiómetro comprueba que no tiene pulso, llama a sus amigos más íntimos que le ayudan a sacar el cuerpo de la chica en una silla de ruedas y lo transportan en el vehículo del menor a no se sabe qué lugar, aunque el asesino en su primera declaración, implica a ese menor de violación y asesinato, y además, dijo que sus dos amigos ( menor y adulto) llevaron el cuerpo hasta un puente y lo arrojaron a las aguas del río Guadalquivir.
Un hermano mayor del asesino parece que le ayudó a limpiar la sangre y le dijo lo que debía hacer. El asesino, ayuda a los padres de la chica a buscarla por la ciudad de Sevilla.

Han transcurrido dos años largos, y por parte de estos delincuentes se han sucedido las declaraciones contradictorias respecto a lo ocurrido, y al paradero del desaparecido cuerpo de la joven.

Ala izquierda de la imagen, el asesino confeso,
en el centro el menor, alias "el cuco"
y a la derecha, el otro que ahora dice no saber nada








En una de las declaraciones, dijeron que lo habían tirado al río; la policía buscó y rastreó las aguas del Guadalquivir a lo largo de muchos kilómetros y nada encontró.



Después afirmaron que arrojaron el cuerpo de Marta en un contenedor de basuras colocado en la calle; por orden judicial, se removieron miles de toneladas de residuos en un área donde  se depositaron en esa fecha las basuras en el  vertedero municipal de Alcalá de Guadaíra.


Más tarde, la novia de uno de ellos, dijo que el cuerpo fue enterrado en una parcela o solar abandonado y cercano al pueblo de Camas; por orden judicial, las máquinas excavaron gran cantidad de terreno y no apareció el cuerpo…

Ha costado mucho dinero a las administraciones rastrear el río, remover montañas de basuras y excavar el suelo cada vez que caprichosa y falsamente, declaraban dónde estaba el cuerpo, y ponían a trabajar a la policía, los buceadores y las máquinas… y ellos riéndose mientras tanto, de sus mentiras.

Los padres y el abuelo de Marta
Y así, burlándose de la justicia y haciendo cada vez más daño a esos padres, y demás familiares que sufren la desesperanza, y que aún no han podido recuperar el cuerpo de su hija; ni la policía, ni los jueces, han sido capaces de averiguar dónde se halla el cuerpo de la desafortunada niña.
Estos días se está celebrando el juicio, y abogados y jueces han preguntado repetidamente por separado a cada uno de los cuatro implicados, si sabían dónde está el cuerpo, a lo que cada uno de ellos ha respondido manteniéndose firme en su declaración, afirmando que nada saben de dónde se halla el cuerpo de Marta del Castillo, y entrando en continuas contradicciones con respecto a lo declarado anteriormente.
Hay cuatro o cinco implicados en este asesinato y todos dicen no saber donde arrojaron el cuerpo de la chica. Pero lo cierto es, que alguno de ellos tuvo que ser, pues un cuerpo no desaparece solo del lugar del crimen, ni se esfuma por arte de magia.

Entonces, lo cierto y sin ninguna duda, es que uno o más de ellos, tuvieron que hacerlo desaparecer, y ahora no hay manera de conseguir que declaren la verdad sobre el lugar donde lo arrojaron.

¿Tan difícil es hacerlos “cantar”? La gente llana del pueblo, dice que se los entreguen a la familia de Marta, y sin lugar a dudas, esos cantan hasta "fandangos de Huelva", y el cuerpo aparece rápidamente.
 ¿Puede consentir la policía y la justicia que cuatro o cinco maleantes de pacotilla se burlen de ellos ante las propias narices del Tribunal que los juzga, alegando ahora que sus primeras declaraciones les fueron sacadas con coacciones y amenazas?
Hoy ha sido absuelto de violación y asesinato el menor, y muy pronto estará en la calle. Ese pájaro “cuco” y el otro implicado, saben muy bien dónde llevaron el cuerpo.
El asesino y sus cómplices dicen no saberlo, y mientras lo afirman ante los Magistrados, se están burlando de la policía, los jueces, fiscales, abogados y todo el sistema judicial, del secretario del juzgado y hasta del portero del  Palacio de Justicia.
Marta del Castillo Casanueva
Los padres de Marta, si el juicio no toma otro rumbo, ven desaparecer, esfumarse ante sus ojos la posibilidad de encontrar el cadáver de su hija y darle una sepultura digna, porque a estos malnacidos no les sale de los hue..os decir dónde lo hicieron desaparecer.
¿Y ya está, se irán de rositas?

La justicia condenará, sí, pero hasta ahora –y desafortunadamente, así terminará esta historia–, no ha podido ni ha sido capaz de conseguir esclarecer la verdad respecto a dónde se halla el cuerpo de la joven sevillana.

¡Qué indefensión e impotencia siento como ciudadano, al ver cómo unos despreciables niñatos, maleantes y delincuentes, intocables se mofan de la justicia amparándose en sus derechos! 

¿Y los de Marta y su familia?

1 comentario:

  1. Se están riendo de todos descaradamente, es una vergüenza. Lo peor de todo es que han puesto a los mismos policías a investigar el caso de los dos niños desaparecidos en Cordoba, a los mismos incompetentes que no han sabido llevar el caso.

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