EL TIEMPO EN ESTEPA

EL TIEMPO: PREVISIÓN METEOROLÓGICA PARA ESTEPA

martes, 24 de junio de 2008

DE REPÚBLICAS, MONARQUÍAS Y DICTADURAS.

Discurso del rey don Juan Carlos en Estepa, presidiendo el acto de la apertura del curso escolar. En la foto, junto al director del centro y la Ministra de Educación.

Sus Majestades los reyes don Juan Carlos y doña Sofía, acompañados por el alcalde de la ciudad, don Juan García Baena, a la salida del Colegio Santa Teresa tras inaugurar el Curso 2007-2008. (Septiembre de 2007)


Bloque entrecomillado EL ANÁLISIS Bloque entrecomillado


(Artículo escrito en el foro “Nuestro Pueblo”, después de ocurridos en España unos actos de protesta contra la monarquía, y una oleada de quemas de banderas españolas y retratos del rey don Juan Carlos)
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Llevo ya muchos días viendo en la televisión que “algo” se está moviendo en una parte de la sociedad española. Algo que como a otros muchos ciudadanos, me preocupa, y que se refleja nítidamente aquí, en este foro, con mensajes como los anteriormente escritos, con tintes nada fraternos ni de concordia; sino todo lo contrario. Y eso, es cuanto menos, inquietante, pues nos permite tomar una muestra del pulso de nuestra actual sociedad.
Y lo que se puede apreciar, no es muy halagüeño.
Y es para intranquilizarse, pues un sector crítico de esta sociedad nuestra, quizás compuesto por jóvenes que no han vivido en el franquismo, y que ahora intentan no sé por qué, volver a tiempos por fortuna ya pasados, exigiendo, pidiendo cambios y “experimentos” que ya se hicieron en otras épocas y no dieron buenos resultados, pues quedó patente a la vista de nuestra Historia pasada y más reciente. Dejemos las aguas estar como están, en sus cauces.
Parece ser que ya no recordamos los años aciagos y tan desgraciados que padecieron nuestros mayores. Poca memoria tenemos.
Revueltas, paro, peticiones de reforma agraria para paliar ese desempleo, más paro, desestabilización social y política, hambre, palos por doquier, cárceles rebosantes y a tope, asesinatos en uno y otro bando, siendo lo más sangrante, que siempre eran españoles las víctimas.
Cambios políticos que tras años de esos “experimentos” que digo, vinieron a traernos primero la Dictadura de Primo de Rivera, y luego más tarde la agitación e inestabilidad, la desgracia, carreras delante de las fuerzas de seguridad, las detenciones indiscriminadas, las purgas, las palizas, la guerra durante la cual y después de ella, se ejerció tan durísima represión militar sobre la ciudadanía civil, con juicios sumarísimos; y en muchos casos, hasta sin juicios siquiera, pues sólo bastaba llevar no ya al culpable, sino simplemente al sospechoso, ante el “tribunal” de las tapias del cementerio del pueblo.
Tras ese periodo de nuestra historia más cruel y fratricida de hermanos contra hermanos, el destino, gracias a esos “experimentos” vino a regalarnos otra Dictadura de casi cuarenta años.
¡Qué mala memoria tenemos!
Hemos pasado una dura posguerra y sus terribles y largas secuelas, precisamente gracias a esos “experimentos”, y sus consiguientes casi cuatro décadas de régimen dictatorial.
¿Ya se nos ha olvidado el hambre, el sufrimiento, la falta de libertades; de expresión, de asociación, de manifestación, afiliación política etc.?
Poca y frágil es nuestra memoria entonces.
Disfrutamos ahora de las libertades y los derechos que nos fueron arrebatados durante décadas, y vivimos en la mejor época y más estable no sólo de nuestra historia vieja, sino de la más reciente. Por ser suficientemente conocido por todos, no creo necesario tener que enumerar aquí los derechos y libertades que tenemos, pues a la vista están; ni deben olvidarse los logros en materias de educación, asistencias médicas, universitarias o sociales que gozamos nosotros, nuestros hijos, las personas mayores, y en suma, todo el conjunto de la ciudadanía.
Libertad y derechos conseguidos con mucho esfuerzo, dignidad, trabajo y consenso político, que tras la culminación de lo que se llamó la “Transición” -por muchos países elogiada y tenida como referente a seguir-, nos ha legado más de treinta años de paz social y equilibrio democrático y político, con la alternancia de los sucesivos Gobiernos, gracias al respeto de las normas establecidas en nuestra Constitución, -por cierto, acordada por todos en ejemplar consenso-, y gracias también a las urnas, mediante esas libertades que nos hemos dado a sí mismos, de elegir con independencia a los gobiernos que rijan nuestro destino como una gran nación que somos, con suficiente madurez y estabilidad política y democrática.
En todo ello, ha tenido especial importancia la figura del Jefe del Estado, ejerciendo como si de una especie de “catalizador” se tratara, que a lo largo de estos últimos años, nos ha mantenido unidos sin altibajos ni sobresaltos. Nos guste o no nos guste, es así. Nos guste más o menos el rey don Juan Carlos, a su persona y a la alta institución que representa, se le deben esos años de estabilidad. ¿Queremos tirarlo ahora todo por la borda? ¿Por qué ese afán en algunos de sustituir su figura por la de un Presidente de una República?
¿Qué pretenden esas personas? ¿Retroceder en el tiempo hacia regímenes que no dieron los resultados que se pretendían?
Todos sabemos que el rey reina, pero no gobierna. Que su persona es una figura; aunque yo creo que no tanto, y que en cierta manera, su “opinión” a veces, se impondrá en las decisiones a tomar por parte del Presidente del Gobierno de turno, pero en definitiva, al final, yo creo que el Gobierno con independencia, hace y deshace en la acción tutelar de los destinos del país.
Sí. Dicen que son cuatro nostálgicos independentistas y agitadores, los que queman efigies reales. Son pocos; pero… ¡qué daño están haciendo al normal desarrollo de la convivencia en paz de nuestro país, España!
Sí. Dicen que son cuatro o poco más, los exaltados políticos que quieren que se proclame la tercera República en nuestra sufrida Patria. A ellos, había que recordarles los hechos pasados y sus consecuencias, para tratarles terapéuticamente la terrible amnesia histórica que padecen.
¡Ya está bien! Que nadie trate de trocar en mal lo que va bien.
Ha costado mucho sufrimiento, muertes, cárceles, penas y desgracias familiares conseguir lo que poseemos, para destruirlo todo ahora, porque unos independentistas u otros fanáticos agitadores se empecinen en alterar el orden y la concordia democrática que gozamos.
Váyanse a otra parte a reclamar su particular utopía, y déjennos aquí vivir en paz a la inmensa mayoría de los españoles; mujeres y hombres de paz y bien, que no deseamos que por olvidar la Historia, -como ustedes-, nos veamos obligados a repetirla.

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Estepa, diez de octubre de 2007

1 comentario:

  1. Es la pura verdad lo que dices, son cuatro desarmados, que creo que no han vivido nada de la dictadura.
    Bueno es tuma muy largo y desagrabable de recordar y para debatir mucho.
    un saludo y enhorabuena.

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