A DON JUAN BORREGO CASTILLO

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"La Cultura en Estepa está de luto desde el 15 de diciembre de 2006, que perdimos a don Juan Borrego Castillo: un erudito del pueblo, catedrático de la vida, autodidacta en el saber de su ciudad que es la nuestra, y en el estudio de su Historia. Por esa razón, hoy, en su homenaje he querido escribir esto para perpetuar su memoria"

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Fue un impulsor del conocimiento de muchos de nosotros –sus alumnos- sobre historia, tradiciones y leyendas; fomentador y divulgador del conocimiento de nuestro ancestral pasado. A él acudimos al amparo de su sapiencia; a requerir un dato, una historia o una leyenda popular, una aclaración sobre esto o aquello… en fin, a que nos informara respecto a la duda que teníamos. Y a todos atendía con agrado y gentileza.
Buen conversador y profuso lector ilustrado en nuestros temas, hombre amable que por iniciativa propia, constantemente indagó siempre en los viejos papeles que por ahí buscaba y conservaba como preciados trozos de nuestra Cultura, estudiándolos para el aprovechamiento propio y ajeno; pues siempre estuvo presto en la ayuda a los “colegas” sin esperar nada a cambio.

Hace ya treinta y tres años, en 1975, se embarcó a solas, -sin la ayuda económica de nadie-, en la que para él fue una colosal empresa: la reedición del “MEMORIAL OSTIPENSE” de don Antonio Aguilar y Cano, que salió a la luz por vez primera en el año 1886, y del cual había escasos ejemplares. Él me contó como anécdota, que cuando en Estepa, ya le había vendido a casi todo el mundo un ejemplar de la obra –al precio de mil pesetas-, y vio que aún tenía las cámaras de su casa llenas de libros, -me dijo-: “yo pensé que me los tenía que comer mojados en el café”. Luego faltaron ejemplares. Y gracias a él, muchos de nosotros poseemos uno de aquellos libros, que hoy, algunos “listillos” que no saben más que criticar mucho y hacer poco, lo creen viejo, anticuado, caduco; pero hace más de treinta años, para nosotros, a falta de las nuevas tecnologías y de nuevos estudios actualizados sobre nuestra Historia, era una inestimable fuente del saber, de la que bebimos aquellos interesados en cultivar un mayor conocimiento de nuestro pasado histórico. Gracias a ese libro, hemos ampliado dichos conocimientos: y sólo por eso, merece ser reconocido el esfuerzo de Juan Borrego.
Cuando se ha hablado de haberle dedicado un homenaje en vida; que nunca se le ha hecho suficientemente, y que por cierto, bien se merecía por parte del ámbito cultural de esta ciudad y sus responsables, por su sacrificada, callada, poco reconocida y solitaria labor en favor de Estepa y de su Cultura, algún “ilustrado erudito local” algo suspicaz se ha debido preguntar: ¿pero qué ha hecho para eso? Pues miren ustedes; ha hecho bastante más que muchos de los que aquí vivimos y trabajamos dentro de nuestras limitadas posibilidades por favorecer y fomentar el estudio de nuestras raíces, y del pasado histórico de Estepa, para que pueda ser mejor conocido por todos.
Pero en vida, no le han sido reconocidos justamente su trabajo, el sacrificio ni el esfuerzo callado de toda una existencia en pro de una mayor y mejor Cultura para las gentes de ésta nuestra noble ciudad de Estepa.
Descanse usted en paz, don Juan Borrego Castillo, y en aquél lugar donde para siempre more ya su alma, -rodeado de sus queridos libros, planos de castillos, y viejos papeles y apuntes-, con toda mi convicción estoy seguro que será bien recibido; pues allende del firmamento estrellado, llevará su simpatía personal, así cómo su enorme sabiduría y grandeza de ser humano.

Aquí, quienes le conocimos, le recordaremos perpetuamente.