Remanso de paz espiritual y lugar de oración y trabajo:
el Convento de Santa Clara de Jesús, en Estepa
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En los últimos años, el número de hermanas ha aumentado gracias a la incorporación vocacional de novicias de algún país asiático.
El austero espíritu franciscano de Clara de Jesús y Francisco de Asís, permanece junto a sus hijas en la paz conventual, donde en silencio, hay que preservar las reglas de la Orden con la humildad, la disciplina y la pobreza como principales normas de la vida monástica.
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| FACHADA DE LA IGLESIA |
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| Estudio y formación de las novicias |
En su pequeño obrador de confitería artesanal, entre oración y oración, hacen los exquisitos dulces -y ahora los mantecados-, que después venden dispensándolos al público a través del torno -que para los niños es un misterio-, tras el cual sólo se oye la voz de la hermana, preservándose así su identidad física.
Allí en la serena quietud del alma, se ora y labora en la clausura del monasterio entre sus viejos y venerables muros del siglo XVI, con más de cuatrocientos años de antigüedad.
Y así viven su existencia; amando, venerando a Cristo desde el retiro monástico, la oración profunda y sosegada, la obediencia y el trabajo callado y diario.
...Desde aquí, un afectuoso recuerdo para ellas.
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