Francisco Ríos González “El Pernales” 1879 – 1907 …. PRIMERA PARTE

EL BANDOLERISMO EN ANDALUCÍA*

Francisco Ríos González
“El Pernales”
1879 – 1907
...PRIMERA PARTE

Francisco Ríos González. "El Pernales"

Como anuncié dos artículos más abajo, iré escribiendo anécdotas biográficas de algunos de los bandidos más destacados del bandolerismo andaluz.
Ya dije anteriormente que la pésima situación social, económica y cultural de la Andalucía marginada por el latifundismo y los poderes del Estado en aquellos años, hacía que la gente se rebelara y crecía en ella el malestar por la falta de trabajo y la sumisión de la población a quienes eran más poderosos. En este escenario de frustradas esperanzas nada halagüeño para los hombres y mujeres de nuestra tierra maltratada, nació Francisco Ríos Gonzáles, “el Pernales”, en la calle Alcoba número 10, en la villa de Estepa (Sevilla). Vino al mundo -en el seno de una familia de condición humilde-, a las seis de la mañana del día veintitrés de julio del año 1879, y fue bautizado cuatro días después, en la Iglesia Parroquial de Santa María de la Asunción la Mayor. Se le puso por nombre Francisco de Paula José Ríos González.
De niño con sólo diez años, marcha con su padre a ejercer el trabajo de cabrero regresando a Estepa dos años después. Una vez en el pueblo, merodean por ahí en busca de algo que llevarse a casa, y es por entonces cuando tiene el primer encuentro con la Guardia Civil, que tras amonestar y golpear a su padre, el niño se rebela e intenta golpear a los guardias que le dan unos cuantos pescozones. El padre acompañado por su hijo, no deja de hacer correrías por los campos y un día cometen un delito y son sorprendidos por la Guardia. Uno de los agentes, el sargento Padilla, golpea al hombre con la culata del fusil, y días después, muere. Entonces, Francisco ve aumentar su rencor hacia los Guardias Civiles y jura y sueña con vengarse de ellos cuando sea mayor.
Así, en poco tiempo, comienza una vida dedicada a la comisión de delitos de toda clase. Ayuda a su tío Antonio Ríos “el Soniche” también de Estepa, y sirve como cobrador de rescates en los secuestros. A la edad de veintiún años, su vida está colmada de vicios y su mala sangre le hace cometer acciones muy crueles con animales y personas, algunas tullidas. No era tenido por valiente, pues no respondía como debiera a las ofensas. En cambio, si eran conocidas sus crueldades.
Aún así, individuo de tan mala calaña y condición, enamora a la joven estepeña María de las Nieves Pilar Caballero, de veintisiete años, que vivía en la calle Dehesa número 32. Se casa con ella en la Iglesia Parroquial de Santa María, el día de Navidad de 1901. Tenía veintitrés años y continúa con sus hurtos, sufre varios arrestos, pero sigue con sus raterías.
El quince de octubre de 1902 nace su primera hija, María del Pilar. Un día llega a casa dispuesto a no ser molestado y la pequeña no dejaba de llorar. La sacude enfadado y no consigue que calle. Entonces, mete la mano en su bolsillo, saca una moneda y la echa a las brasas de la lumbre y cuando está bien caliente, la saca con las tenazas y tras retirar la ropa de la criatura, le coloca la moneda candente en la espalda.
Exclamando sin conmoverse; -Toma, para que llores con motivos-
Esta acción tan despiadada y cruel, la repetiría tres años después con la segunda hija, Josefa, nacida en julio de 1904. La niña lloraba y él irritado, aplica en varias partes de su indefenso cuerpecito el fuego del cigarro puro que estaba fumando.CONTINUARÁ.