Francisco Ríos González
“El Pernales”
1879 – 1907
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SEGUNDA PARTE
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Con tan sólo veinticinco años, en compañía de otros maleantes ya se dedica a recorrer los campos cometiendo toda clase de fechorías. Por su maldad y mal comportamiento con ella, es abandonado por su esposa que se lleva a sus dos hijas. Hombre de ancha complexión y muy baja estatura; 1,50 metros, pronto se haría famoso en el territorio nacional por sus “proezas” y no tarda en encontrar a otros individuos -de tan mala fama como él-, que no se asustan por nada, para que le acompañen en sus correrías.
"El Niño de la Gloria" |
Estos son; Antonio López Martín, “el niño de la Gloria”, Juan Muñoz “el Canuto”, y después se les irían uniendo su tío “el Soniche”, Antonio Cruz Fernández “el Chorizo”, Antonio Sánchez “el Reverte” y otros, todos expertos caballistas.
Antonio Sánchez Haro "el Reverte"
Miembro de la banda |
Deciden formar una partida cuyo jefe será Pernales, y se echan al campo donde roban bajo amenazas de incendiar las cosechas o llevarse los ganados, violan, asaltan a viajeros… y todo lo malo que se les ocurre. Así, cometen multitud de delitos, siempre acosados, perseguidos por la Guardia Civil que les va estrechando el cerco cada vez más por los caminos y sierras que suelen frecuentar.
El en pueblo de El Rubio, cerca de Estepa, conoce a una joven conocida como Conchilla, con la que mantiene relaciones y más tarde llega a tener una hija.
Siguen los robos y aumenta su fama, hasta el punto que la prensa se hace eco de las andanzas de la partida de bandidos capitaneados por “el Pernales, y la opinión pública exige a las autoridades que se actúen con más rigor contra ellos para acabar con esta lacra del bandolerismo en Andalucía. Los periódicos “España Nueva” de Madrid, y “El Liberal” de Sevilla, publican con frecuencia información sobre los delitos que comete la banda, censurando al Gobierno su pasividad ante este asunto. Las fuerzas del orden, acuciadas por la prensa y la opinión pública les persiguen, pero no logran capturarlos, aunque hay veces, que están muy cerca de ellos. Siempre cabalgando sobre su caballo “Relámpago”, se escabulle una y otra vez, y continúa con sus actividades delictivas por los pueblos de estas comarcas de las provincias andaluzas más cercanas.
Sería muy extenso y cansado para el lector, exponer aquí en este espacio todas sus andanzas criminales; por ello, abreviaré muchísimo este relato.
Poco a poco, van siendo capturados algunos de sus compinches, como “el Reverte”, o abatidos por el acoso al que se ven sometidos por la Guardia Civil, como es el caso de “el niño de la Gloria” que muere en una refriega cerca de Córdoba. Pronto, de varios lugares del país, acuden a Andalucía fuerzas de seguridad para perseguir al bandido, y se cree que hay por estas tierras un contingente de dos mil guardias para perseguir a un solo hombre. Es muy difícil, los Gobernadores están nerviosos; le persiguen en un lugar, y aparece en otro: en tierras Córdoba, Sevilla, Sierra Morena, Málaga, Ronda, a veces, amparado por campesinos que le cobijan. Por entonces, ya se había unido a él otro hombre; el joven Antonio Jiménez “el Niño de Arahal”. Ahora más acosados, no suelen salir de las tierras que conocen bien: Estepa, Casariche, Osuna Morón, La Puebla, Marchena, Puente Genil, El Rubio, Lucena, Aguilar… Pero los Guardias Civiles de las Comandancias de las provincias de Sevilla, Cádiz, Málaga, Córdoba y Jaén, mas los llegados de otras comandancias del resto de España, suman más de dos mil efectivos dispuestos a estrechar el cerco para apresar a los bandidos.
El en pueblo de El Rubio, cerca de Estepa, conoce a una joven conocida como Conchilla, con la que mantiene relaciones y más tarde llega a tener una hija.
Siguen los robos y aumenta su fama, hasta el punto que la prensa se hace eco de las andanzas de la partida de bandidos capitaneados por “el Pernales, y la opinión pública exige a las autoridades que se actúen con más rigor contra ellos para acabar con esta lacra del bandolerismo en Andalucía. Los periódicos “España Nueva” de Madrid, y “El Liberal” de Sevilla, publican con frecuencia información sobre los delitos que comete la banda, censurando al Gobierno su pasividad ante este asunto. Las fuerzas del orden, acuciadas por la prensa y la opinión pública les persiguen, pero no logran capturarlos, aunque hay veces, que están muy cerca de ellos. Siempre cabalgando sobre su caballo “Relámpago”, se escabulle una y otra vez, y continúa con sus actividades delictivas por los pueblos de estas comarcas de las provincias andaluzas más cercanas.
Sería muy extenso y cansado para el lector, exponer aquí en este espacio todas sus andanzas criminales; por ello, abreviaré muchísimo este relato.
Poco a poco, van siendo capturados algunos de sus compinches, como “el Reverte”, o abatidos por el acoso al que se ven sometidos por la Guardia Civil, como es el caso de “el niño de la Gloria” que muere en una refriega cerca de Córdoba. Pronto, de varios lugares del país, acuden a Andalucía fuerzas de seguridad para perseguir al bandido, y se cree que hay por estas tierras un contingente de dos mil guardias para perseguir a un solo hombre. Es muy difícil, los Gobernadores están nerviosos; le persiguen en un lugar, y aparece en otro: en tierras Córdoba, Sevilla, Sierra Morena, Málaga, Ronda, a veces, amparado por campesinos que le cobijan. Por entonces, ya se había unido a él otro hombre; el joven Antonio Jiménez “el Niño de Arahal”. Ahora más acosados, no suelen salir de las tierras que conocen bien: Estepa, Casariche, Osuna Morón, La Puebla, Marchena, Puente Genil, El Rubio, Lucena, Aguilar… Pero los Guardias Civiles de las Comandancias de las provincias de Sevilla, Cádiz, Málaga, Córdoba y Jaén, mas los llegados de otras comandancias del resto de España, suman más de dos mil efectivos dispuestos a estrechar el cerco para apresar a los bandidos.
Retrato de Conchilla la de El Rubio, amante de "El Pernales" |
Piensa entonces el Pernales huir a América, y para ello, en el tren envía a Valencia a su amante Conchilla y a su hija pequeña. Su compañero “el Niño de Arahal” no quiere abandonarlo y le acompañará a caballo hasta Valencia para tomar el barco. Perseguidos, atraviesan Sierra Morena, entran en Cazorla y por ahí, -el que para ellos fuera un fatídico día 31 de agosto de 1907-, llegan a la Sierra de Alcaraz en la provincia de Albacete. Allí son reconocidos y denunciados. Un teniente y cuatro Guardias Civiles, se ponen en marcha hacia un lugar llamado La Cumbre de los Morricos, y se presentan donde están descansando y comiendo los dos fugitivos. El teniente les grita:
- ¡Alto a la Guardia Civil!
- ¡Alto a la Guardia Civil!
Lámina sobre la muerte de los dos bandoleros |
El Pernales, tras disparar dos tiros, anima a su compañero: ¡Vamos a por ellos, Niño!
En el tiroteo, muere Francisco Ríos “el Pernales” y huye “el Niño de Arahal” velozmente sorteando obstáculos, desesperado para ponerse a salvo, pero finalmente es alcanzado por una de las balas que dispara el fusil de un guardia experto y gran tirador, que lo abate mortalmente, cuando son sobre las dos de la tarde del sábado día 31 de agosto de 1907.
En el tiroteo, muere Francisco Ríos “el Pernales” y huye “el Niño de Arahal” velozmente sorteando obstáculos, desesperado para ponerse a salvo, pero finalmente es alcanzado por una de las balas que dispara el fusil de un guardia experto y gran tirador, que lo abate mortalmente, cuando son sobre las dos de la tarde del sábado día 31 de agosto de 1907.
Los cadáveres de Pernales y el Niño de Arahal |
Al día siguiente, 1 de septiembre, el segundo teniente Juan Haro López, notificó al Ministro de la Gobernación la captura y muerte de “el Niño de Arahal” y el jefe de la Partida, Francisco Ríos González, “el Pernales”.
Su sueño de una vida más segura en tierras de Hispanoamérica, se vio truncado. Conchilla tras saber por los periódicos la noticia, volvió con su hijo en el tren a su pueblo.
Pero la leyenda continuó manteniendo vivo al hombre que tuvo en jaque a más de dos mil guardias, y hubo en Estepa personas que afirmaron verlo en este pueblo tras su muerte, entrar en casa de una familia, no se sabe si para saldar viejas cuentas de algún pago de dineros pendientes.
¿Verdad? ¿Leyenda? Las actas de su muerte y autopsia están ahí, y la tumba también. ¿Y si algunas personas lo vieron vivo en Estepa? ¿Quiénes eran los muertos?
Tal vez fueran leyendas y rumores infundados, pues los cadáveres fueron reconocidos por hombres que conocieron en vida personalmente al renombrado Pernales; quizás el último bandido andaluz.
Su sueño de una vida más segura en tierras de Hispanoamérica, se vio truncado. Conchilla tras saber por los periódicos la noticia, volvió con su hijo en el tren a su pueblo.
Pero la leyenda continuó manteniendo vivo al hombre que tuvo en jaque a más de dos mil guardias, y hubo en Estepa personas que afirmaron verlo en este pueblo tras su muerte, entrar en casa de una familia, no se sabe si para saldar viejas cuentas de algún pago de dineros pendientes.
¿Verdad? ¿Leyenda? Las actas de su muerte y autopsia están ahí, y la tumba también. ¿Y si algunas personas lo vieron vivo en Estepa? ¿Quiénes eran los muertos?
Tal vez fueran leyendas y rumores infundados, pues los cadáveres fueron reconocidos por hombres que conocieron en vida personalmente al renombrado Pernales; quizás el último bandido andaluz.
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yo conocí a Nieves la mujer del Pernales y a sus dos hijas Nievas y otra que vive en la calle Dehesa, cuyo nombre no recuerdo, también he jugado con sus nietos que vivían en la calle Gilena, una o dos casas mas del horno de Pascual
ResponderEliminarSi es cierto que conoció a alguno de sus nietos me gustaría hablar con usted, mi nombre es Luis, llevo años investigando sobre su vida para la publicación de mi próximo libro, tengo documentos originales y únicos sobre él pero aún no he podido hablar con nadie que conociera a alguno de sus descendientes. Si usted o alguien quiere ponerse en contacto conmigo para charlar sobre el Pernales mi correo es luisbenalcarraz@gmail.com. Un saludo.
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