EL TIEMPO EN ESTEPA

EL TIEMPO: PREVISIÓN METEOROLÓGICA PARA ESTEPA

martes, 10 de marzo de 2009

MURALLAS Y PUERTAS DE SEVILLA

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Desde la antigüedad de los tiempos, la importantísima ciudad de Sevilla estuvo amurallada para proteger su población ante las constantes agresiones bélicas a las que las ciudades se veían sometidas.
Consta en la historia, que la Sevilla romana (Híspalis) la mandó amurallar el gran Julio César, y desde entonces, sus defensas estuvieron levantadas siendo reparadas continuamente por otros moradores que ocuparon su solar a lo largo de los siglos; romanos, visigodos, árabes y cristianos.


Sevilla y su Puerto. (Siglo XVI)

Esta noble ciudad, siempre vivió encerrada dentro del perímetro defensivo de sus murallas, aunque puede considerarse que estaba dividida en dos partes: una, la interior, que era la que propiamente se denominaba ciudad, y estaba cercada por una muralla que formaba una circunferencia de 1,3125 leguas (unos 7.313 metros). Y la otra parte, la componía el conjunto de edificios y viviendas que se hallaban diseminados fuera del recinto amurallado, que se denominaban arrabales.
El gran muro defensivo sevillano, estaba compuesto por 166 torreones repartidos a lo largo de toda su extensión, y contaba con 15 puertas de acceso, aunque dos de ellas, eran consideradas como portillos o postigos.


Dichas puertas eran las siguientes:


PUERTA REAL.
Es de grandes dimensiones, se hallaba al final de la calle de Armas, y por ella, en el año 1248 hizo su entrada triunfal el Rey San Fernando, después de rendida la ciudad por los árabes tras un largo asedio.


PUERTA DE SAN JUAN
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Estaba situada siguiendo la muralla hacia el norte, y antiguamente, era llamada “del Ingenio”, por hallarse frente a ella el muelle donde se cargaban las mercaderías en los navíos

PUERTA DE LA BARQUETA
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Siguiendo en dirección norte, se hallaba esta puerta que tomó el nombre por la barca que en esta parte cruzaba el Guadalquivir.

Puerta de la Macarena




PUERTA DE LA MACARENA.
Está en la parte más al norte de la cuidad, y desde ella arrancaba el camino de herradura que se dirigía a Extremadura. Por dicha puerta se salía al arrabal o barrio de su nombre. Quizás sea la única de las puertas de Sevilla que queda en pie.


PUERTA DE CÓRDOBA.
Esta puerta seguía a la anterior, también al norte, y se llamaba así, porque desde ella salía el antiguo camino hacia la ciudad cordobesa. Después de conquistada Sevilla, en este punto, se estableció una hermandad de caballeros, de la que procede la Real Maestranza de Caballería.

PUERTA DEL SOL.

Estaba situada al noreste, y se reconstruyó en el reinado de Felipe II, terminándose la obra en 1595. Tiene en su frontispicio pintado el sol.


PUERTA DEL OSARIO.
Situada al este y reconstruida en 1573, tomó su nombre del osario que cerca de ella tenían los árabes. También se llamó de Vib-Alfar, o Puerta del Alfar, que se cree fue quien la hizo. Esta puerta fue célebre por haber estado en ella un árabe, que de su propia autoridad, exigía un tributo por cada cadáver que por ella sacaban a enterrar, y él mismo para colmo de irrisión, puso un letrero en árabe que decía: Esta es la ciudad de la confusión y mal gobierno.


PUERTA DE CARMONA.
Igual que la anterior, situada al este, es en ella donde comienza el camino real que llega de Sevilla a la Corte, pasando por Carmona, ciudad de la que tomó su nombre. Junto a su muro, termina el famoso acueducto conocido como “Los Caños de Carmona” que abastecía de agua las fuentes públicas de Sevilla. Reedificada en 1578, frente a ella había una de las cruces que servían para el Via Crucis que se hacía desde la llamada “Casa de Pilatos”, hasta el templete de la Cruz del Campo, ya a las afuera de la ciudad.


PUERTA DE LA CARNE.
Está en el sureste y se llamaba así, por lo cercano a ella que se hallaba el matadero de reses que abastecía de carnes a la ciudad. En tiempos de los árabes se llamó Puerta de Ahoar, o Vib-Ahoar; nombre de quien la reedificó. Aunque también se llamó de La Judería, por ser la que tenía al campo la gran Aljama de los judíos, y cercana a una de sus sinagogas.

PUERTA NUEVA DE SAN FERNANDO.
Situada al sur de Sevilla, al final de la calle del mismo nombre, es una puerta de nueva construcción, pues se hizo en 1760 para dar una mejor salida a los operarios de la fábrica de tabacos, hoy edificio de la Universidad Hispalense.


PUERTA DE JERÉZ.
Está al suroeste, y desde ella se inicia el camino a la ciudad gaditana que le da nombre. Era la puerta que servía al Alcázar, y varios autores antiguos, dicen que era la usada por el rey San Fernando para entrar en Sevilla a orar ante la Virgen de la Antigua. Fue renovada esta puerta en los años 1561 y 1622, según expresaba una lápida que en ella había colocada después de la conquista, en la que decía refiriéndose a Sevilla:



Hércules me edificó
Julio César me cercó
de muros y torres altas,
y el Rey Santo me ganó
con Garcí-Pérez de Varga.



Al salir por esta puerta se cruzaba el arroyo Tagarete por una grande y robusta alcantarilla.

POSTIGO DEL CARBÓN.

Al sur, frente a la bellísima Torre del Oro, se le llamaba postigo porque lo era del Alcázar, y lugar donde se hallaba el peso del carbón. La tradición, decía que por este postigo salió el rey árabe a encontrarse con San Fernando para hacer la ceremonia de entrega de las llaves de la ciudad, tras su rendición.

POSTIGO DEL ACEITE.
También al sur, se llamaba así por estar situado al lado de la calle de ese nombre, y su construcción fue renovada en 1573.

PUERTA DEL ARENAL.

Al sur igual que la anterior, en ella terminaba la llamada “calle de la Mar”, y su nombre se debe al gran arenal que allí había cerca del río, y por ella entraban a la ciudad las gentes del barrio de Triana. Reedificada en 1566.

PUERTA DE TRIANA.

Está al suroeste, frente al barrio de su nombre y fue construida en 1588 al final de la calle San Pablo. Por ella se salía de la ciudad a los arrabales, y se cruzaba el puente para tomar el camino a Extremadura y el Condado. El rey Felipe V entró por ella a la ciudad a finales de febrero de 1720.
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A pesar de la extensión del artículo, creo que al lector curioso y que guste de ello, le resultará interesante conocer cosas de la Historia antigua en general, y en este caso, de nuestra ciudad de Sevilla, en particular.

2 comentarios:

  1. Muy bueno el artículo sobre las puertas de Sevilla. Pero me gustaría pedir un favor: la imagen del principio del comentario "Sevilla y su puerto" me gustaría saber su autor y en dónde se encuentra.
    Saludos

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  2. Estimado lector anónimo:

    En primer lugar, quiero darle las gracias por visitar mi Blog.
    Respecto a la fotografía que me indica, he de decirle que lamento no conocer los datos que me pide sobre su ubicación y autor, pues yo la encontré por casualidad en internet, buscando fotos para ilustrar un libro que escribí hace unos años.
    Si usted quiere, puede escribirme un correo a la dirección que hay más abajo, y yo le enviaría dicha fotogragafía con mucho gusto.

    Reitrándole mi agradecimiento, le saludo cordialmente.

    Antonio Rodríguez Crujera.
    rodriguezcrujera@hotmail.com

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