EL TIEMPO EN ESTEPA

EL TIEMPO: PREVISIÓN METEOROLÓGICA PARA ESTEPA

lunes, 31 de mayo de 2010

LA TORRE DEL HOMENAJE
DEL CASTILLO DE ESTEPA (I)

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Esta edificación militar fue mandada construir por don Lorenzo Suárez de Figueroa, importante personaje de nuestra Historia antigua, de quien les mostraré en siguientes escritos una semblanza abreviada de su interesante biografía.
Y aunque no se tiene constancia de la fecha en que comenzaron las obras, se estima con seguridad que debió ser durante los veintidós años siguientes a 1387, fecha en que don Lorenzo fue elegido maestre de la Orden Militar de Santiago, y su muerte, ocurrida en 1409.
En la acertada línea de restauración y conservación de nuestro rico patrimonio civil y religioso, que con verdadero afán y constancia durante muchos años lleva ejecutando el Ilustrísimo Ayuntamiento de Estepa, ahora le ha tocado el turno a un monumento clave de nuestra Historia; el abanderado del castillo santiaguista de Estepa desde finales del siglo XIV, el que en mejores condiciones se conserva legado por la Historia, a pesar de sus más de seis siglos de vida.
Hace ya muchos años, a esta torre se la conocía como “El torreón de Merat”, porque según cuentan, era de propiedad privada de dicha familia –y debo confesar que no sé la razón-.
En años anteriores, con el abandono de Estepa por parte del marquesado y la posterior decadencia de la villa, el Alcázar-Alcazaba fue derruido igual que casi todos los lienzos de muralla y sus veinticinco torreones, para reutilizar dichas piedras en la construcción de nuevas viviendas, cuando la población se salió del amparo de sus defensivos muros y la villa comenzó a extenderse sobre la ladera norte del Cerro.


Vista de Estepa, desde el ventanal de la cara norte

Pero quedó en pie la Torre –también llamada del Palacio-, gracias a la robustez de su construcción, a pesar de haber sido muy maltratada por el paso de los siglos y por la mano de los hombres, que la desmocharon echando abajo sus almenas y las cuatro garitas o escaragüaitas que había en sus esquinas –de las que sólo sobresalen las ménsulas de piedra que las soportaban-, que en su apogeo debieron darle tan formidable, armónico y elegante aspecto a pesar de ser un edificio de escasa o ninguna finura, y sí, de muy austero y rudo perfil militar, que en años pasados no demasiado lejanos, hizo la que para ella sería inapropiada, indigna y poco castrense función de palomar, añorando los tiempos de gloria y poderío en que altiva y vigorosa, estuvo al servicio de la defensa de la villa de Estepa y sus moradores.
Tiene la mentada torre defensiva que ahora se está restaurando, 13 metros de lado por la parte del suelo, y 12,50 por la parte superior, siendo la altura 26 metros.
La estructura es de sillares a soga y tizón en zócalo, de cantería labrada en esquinas, contornos de huecos y ménsulas de matacanes, y de tapial en el resto de los parámetros.

El grueso de sus recios muros es de 2,75 metros. Es maciza hasta la mitad de ella, donde hay una cámara de planta cuadrada, de 7,50 metros de lado, con bóveda gótica de crucería octogonal con nervios de piedra que descansan sobre ménsulas en forma de capiteles que ofrece como principal elemento decorativo las hojas de higuera (emblema familiar de Lorenzo Suárez de Figueroa), y en cuya clave o piedra central de la bóveda, se haya esculpida la Cruz de Santiago, como símbolo de la encomienda a la que perteneció esta villa desde 1267, hasta 1559.
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Continuará

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