LA BELLEZA DE LO ANTIGUO

LA BELLEZA DE LO ANTIGUO

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Portada del Museo Arqueológico "Padre Martín Recio"

Cuántas veces hemos pasado al lado de estos edificios mirando sin ver, sin contemplar sus detalles, ni la belleza que encierran sus añosas piedras tan cargadas de Historia. Casas solariegas antes, y que ahora han pasado a ser edificios públicos, como esta que perteneció al matrimonio de los señores Fernández de la Cueva y María Arteaga.

Ahora alberga nuestro museo recientemente restaurado, y antes fue colegio sede de las Escuelas Pías, donde se aprendió, y cárcel en la que se sufrió en los largos días de soledad tras sus rejas.

Magníficas fachadas y puertas de casas particulares, hechas de piedra caliza de las viejas canteras estepeñas, que atesoran el estilo propio de nuestra pequeña ciudad, a la vez que preservan como legado para futuras generaciones, las señas de identidad de un pueblo blanco, andaluz y cargado de historia. 

Portada del que fuera viejo palacio del "Marqués del Oro"

La mayoría de estas antiguas casas, han pasado por un lógico proceso de construcción renovadora y conservación, pero han seguido manteniendo intactos sus encantos externos de edificios con rancio sabor andaluz de siglos atrás.

Portón del viejo edificio de un cortijo antiguo, llamado "Los molinos del Ciego"

...También esto que aquí véis, a pesar de su austero aspecto, no deja de tener su atractivo propio, ese que le da los años; el hermoso encanto de lo rústico, de lo nuestro, con sus viejas y cansadas paredes blanqueadas por la cal sacada de nuestras piedras. ¡Cuánta gente habrá visto pasar ente ella esta puerta, como fiel guardiana de la entrada de Estepa en el viejo camino que viene desde Granada y Málaga!

  

 ...Y los detalles de los viejos herrajes clavados en sus maderas resecas, que guardan en celoso silencio miles de secretos que calla sobre bandoleros y contrabandistas echados a la sierra, que huyendo de Estepa o entrando a su amparo y refugio en la vieja villa, pasaron ante ella cabalgando como el viento sobre sus veloces jacas;en una mano las riendas, y en la otra el trabuco cargado y la faca afilada y presta en la faja, perseguidos en la oscuridad de la noche por migueletes y Guardias Civiles, que picando espuelas a sus monturas, iban tras ellos.

¡Cuántas historias habrá contemplado, y personajes de leyenda conocido!

Y sin embargo, están ahí, y pasamos ante esas puertas y edificios sin posar con atención nuestras miradas, sobre ellos.

Si vives en Estepa, o eres viajero que vienes a ella; mira atentamente con los "ojos de ver"... y verás todo eso que te digo.

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