Y hasta he oído en estos últimos días anteriores al Cónclave, que hay organismos, congregaciones, gente interesada en que salga como Pontífice tal o cual cardenal, y para ello, y si es preciso, se llega a no escatimar esfuerzos en abultar algún que otro bolsillo cardenalicio; vamos, la política del “engrase” tan vieja y tan conocida. También existen los pactos previos, las idas y venidas por los pasillos vaticanos, las tomas de postura a favor de éste o de aquél, las intrigas palaciegas de los viejos y avispados príncipes de la Iglesia, y un sin fin de maniobras electorales; sin campaña electoral ¿Y donde queda entonces la tan traída y llevada labor del Espíritu Santo? Por la que abogan, o en la que creen los cristianos creyentes. Ayer tras conocerse el nombre del nuevo Papa, las televisiones y los demás medios de comunicación se encargaron de informarnos sobre la personalidad del mismo, su biografía, su vida y hechos más notables, su forma de ser y de pensar, y en definitiva todo lo más renombrado del personaje.
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domingo, 24 de agosto de 2008
¿SE HABRÁ EQUIVOCADO ENTONCES EL ESPÍRITU SANTO?
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ARTÍCULO PUBLICADO EN EL FORO "NUESTRO PUEBLO.NET" EL DÍA SIGUIENTE A LA ELECCIÓN DEL PAPA BENEDICTO XVI
Como ya todos sabemos, ayer tarde la chimenea del Vaticano echó humo. Además de la fumata blanca que pudimos ver salir al exterior, la otra, la humareda que previsiblemente echó la capilla Sixtina en su interior; esa no pudimos verla. Hay voto de silencio, impuesto a los cardenales para que nadie sepa nunca lo que allí ocurre. Hoy por hoy, la elección de un Papa, en cuanto a los métodos "humanos" se refiere, no es tan diferente a la de un Presidente de Gobierno o de República: hay la misma intriga política, los palos en la rueda del contrario, la zancadilla para tomar el mejor puesto de salida, los acuerdos previos y los obstáculos al mejor situado para favorecer al candidato que más convenga a los intereses de algunos poderes...
Y pudimos saber su pasado personal y el eclesiástico. Dicen que su Eminencia Reverendísima, Joseph Ratzinger; hoy ya Benedicto XVI, es una persona –y aquí viene bien la expresión- más papista que el propio Papa. Al menos estaba considerado el brazo derecho…y el izquierdo de su antecesor, que lo había puesto al frente de la defensa de las normas más ortodoxas y conservadoras de la Iglesia, en un organismo – la congregación de la fe- que dice defender la doctrina de la fe, y es considerado como el anterior Santo Oficio. También dicen de él, que está en todo de acuerdo con su antecesor en materia de negar el sacerdocio a la mujer, condenar la homosexualidad, no dar la comunión a las personas divorciadas, no permitir la llamada Teoría de la Liberación en Hispanoamérica etc. etc. Vamos, un calco de Juan Pablo II, el que ya una vez dije que me parecía un Papa reaccionario y conservador, y fui por ello criticado aquí. Unos días antes de su elección, Roma se vio inundada de panfletos en los que se recordaba el pasado del cardenal Ratzinger, y su pertenencia a las juventudes hitlerianas, cuando era un jovencito y aún no había comenzado sus estudios eclesiásticos. ¿Quiénes estaban interesados en sacar a la luz pública su pasado? Tal vez aquellos; laicos o no, que se oponían a que el favorito saliera elegido. Maniobras del ser humano, política y mala fe. Se oyen voces que dicen que es un hombre muy conservador, y por tanto no será un buen Papa. Otras lenguas proclaman su grande inteligencia y su gran conocimiento de la Teología, y que por tanto, será bueno. Hay quienes opinan que el suyo será un papado de transición por la avanzada edad que tiene, y que poca o ninguna renovación –tan necesaria-, traerá a la Iglesia, limitándose a seguir la misma línea de actuación conservadora del anterior Papa.
Sea como fuere, ahí está, y es Benedicto XVI, que ayer fue elevado al primer papado del siglo XXI. Era el favorito de la quiniela, y ha salido electo a pesar de todos los obstáculos que presenta su personalidad controvertida. Habrá que darle un tiempo para comprobar si como Papa convence al Mundo; pues como cardenal, parece ser que tenía a mucha gente en su contra. Dicen los vaticanistas que quien “entra al Cónclave como Papa, sale como cardenal”, pero en este caso, con este hombre no se ha cumplido el dicho; pues entró como principal papable, y salió como Benedicto XVI, haciendo ciertos los pronósticos de los hombres, pero…
¿Se habrá equivocado entonces el Espíritu Santo?
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